viernes, 23 de agosto de 2024

PALABRAS...

 






PALABRAS DESPUÉS DE UNA LECTURA DE

EL JARDÍN DE NARCISO

 

Acabo de terminar de leer El jardín de Narciso y me ha encantado. Ha supuesto para mí un auténtico descubrimiento de tu poesía. Es un libro esencialmente culturalista, cimentado en la mejor tradición clásica interpretada por ti de una forma muy personal y original. El esplendor del lenguaje poético, la nobleza del ritmo, el uso del verso blanco, del verso libre y el versículo realzan plenamente su contenido. 

Lo que encontramos en El jardín de Narciso es una reinterpretación –o una revitalización– del mejor espíritu clásico. Una obra actual –moderna y viva– cimentada en el espíritu –fondo y forma– de la poesía grecolatina. 

Estamos, pues, ante una obra plenamente lograda. El jardín de Narciso nos reconcilia con lo mejor de nosotros mismos y nuestra tradición. Una lírica culta, clara y diáfana, que certifica la voz personal y auténtica de un gran poeta. Enhorabuena.

Si quieres, me ofrezco a presentarlo en nuestra Real Academia de San Romualdo durante el próximo curso. Lo dejo en tus manos y ya me dices.

Mi más cordial felicitación y un afectuoso abrazo de tu compañero y admirador
Miguel Cruz Giráldez,

PROFESOR TITULAR DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA EN LA FACULTAD DE LITERATURA CONTEMPORÁNEA

 

 

jueves, 15 de agosto de 2024

PALABRAS DE UNA LECTURA DE ROZA TU NOMBRE MI MEMORIA


 

Querido amigo y compañero:

He empezado a leer tu envío por la prosa. Roza tu nombre mi memoria es una magnífica novela de carácter intimista. El interés no está en el argumento, pues no suceden acciones relevantes, sino en las reflexiones de Zenón, el protagonista. El uso del monólogo interior (extendido a casi todo lo largo del relato) revela un extraordinario dominio de esta técnica, así como el manejo del lenguaje, exacto y preciso. 

El contraste entre la profundidad filosófica de las conversaciones ontológicas y existenciales en el claustro de profesores de un instituto gaditano del curso 1968/69 y la banalidad de las de hoy es demoledor. Por otra parte, creo que a Zenón se le ha pasado por alto una posibilidad, y es que tal vez la negativa de Carmen a aceptar su proposición de matrimonio se debiera a un acto de generosidad: si ya ella había advertido y conocía la gravedad de las señales del mal que pronto la iba a llevar a la tumba no querría ligar su vida de próxima enferma terminal a la del hombre que la amaba.

Muy bien las alusiones perifrásticas a la ciudad de San Fernando, que son fácilmente reconocibles (Isla de los Eucaliptos, Isla del Castillo...), así como los lugares mencionados de ella (la Ardila, la iglesia del Carmen...) y de Gadia (calle San Francisco, Plaza de las Flores, Puerta de Tierra...); eso le da gracia a la obra y hace que el lector sea un colaborador en su interpretación. 

Muy bien trazados los personajes: Victoria, Estrella, don Biblón...), todos en torno al protagonista Zenón Salomón, cuyo atormentado interior es el eje del relato. 

En suma, me ha gustado muchísimo y te felicito por ello. La edición está además muy bien hecha.

Ahora empezaré con el libro de poesía y cuando lo termine te escribiré de nuevo para darte mi impresión. 

Buena segunda quincena de este agosto caluroso y un cordial abrazo de tu compañero y amigo
Miguel Cruz Giráldez

 

MIGUEL CRUZ GIRÁLDEZ (Sevilla, 1956) es Doctor en Filología, Sección de Filología Hispánica, (1983) y Licenciado en Filosofía y Letras División de Filología, Sección de Filología Hispánica (1978) por la Universidad de Sevilla. Catedrático de Instituto y profesor universitario, ha desarrollado una amplia y dilatada carrera docente e investigadora.

 

domingo, 11 de agosto de 2024

De la Revista Speculum,

 

               

                  Playa de Camposoto (San Fernando -Cádiz-)

Foto de internet


CUADERNO DE CREACIÓN Y CRÍTICA LITERARIAS

SEGUNDA ÉPOCA , 2023, Invierno, Número 50

 

 Erothya no puede olvidar el primer beso


 Escuchando el fragor del oleaje

estrellándose contra la roqueda,

altos velos nupciales de agua y seda,

novia la mar, bordándose su encaje,


me das el primer beso, un abordaje

a este mi corazón, que en él te hospeda.

Y tu nombre en recuerdos se me enreda

después del beso aquel dulce y salvaje.


Todos los que en la vida me besaron,

cuando lo hacían, cándidos, pensaron

que por sus besos me volvía loca.


Todos los besos que después me dieron

a tu beso en la playa me supieron…

¡Que borrar no lo pude de mi boca!


Editado posteriormente en el libro

Erothya o la trinchera de una vida (2024), Edit. Caibook