ESTOS BREVES POEMAS HAN SIDO EDITADOS EN MUNDO ESCRITURA , EL MURO DEL ESCRITOR , CREATIVIDAD LITERARIA Y LETRAS COMO ESPADA
(SÁTIRAS
BREVES A MODO DE EPIGRAMAS)
ESTOS BREVES POEMAS HAN SIDO EDITADOS EN MUNDO ESCRITURA , EL MURO DEL ESCRITOR , CREATIVIDAD LITERARIA Y
LETRAS COMO ESPADA.
CRÍTICA DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Satura
Brevis es un compendio de epigramas
contemporáneos con raíces clásicas, que bebe tanto de la agudeza de Marcial
como del desencanto moderno. La obra destaca por su tono sarcástico, lúcido y
punzante, abordando con bisturí poético temas como la vejez, el fracaso, la
hipocresía social, la falsedad artística, el amor decadente, la erudición
estéril y la dualidad del ser humano.
Su lenguaje es directo, sin ornamentos innecesarios, y
en ocasiones grotescamente irónico. El autor, hábil con la economía expresiva,
condensa en unos pocos versos retratos mordaces de personajes que van desde el
intelectual impostado hasta el Tenorio senil. La sátira no perdona, y
aunque en algunos momentos puede rozar lo cruel, lo hace desde una lucidez
filosófica que desarma: hay compasión tras la burla, hay humanidad detrás del
desdén.
Uno de los
grandes logros del poemario es que, pese a su tono ácido, no cae en el
nihilismo. Al contrario, se percibe una reflexión madura y existencialista: la
aceptación del error, la derrota, la impostura y la muerte como parte del
equipaje vital. La forma breve contribuye a su impacto: cada sátira es un
disparo, certero y medido.
SINOPSIS
Satura
Brevis es una colección de sátiras poéticas en forma de epigramas que retratan,
con agudeza e ironía, los vicios, las contradicciones y los fracasos del ser
humano moderno. A través de sus composiciones breves, el autor disecciona la
vida cotidiana, el arte, el amor, la vejez, la intelectualidad y la política
con mirada crítica y desencantada.
El tono es
marcadamente irónico y a veces mordaz, pero siempre atravesado por una
inteligencia lúcida que provoca tanto la risa como la reflexión. El yo poético
oscila entre el observador escéptico y el partícipe arrepentido, logrando una
crítica que no solo es hacia los otros, sino también hacia sí mismo. El
resultado es un retrato ácido y veraz del alma humana en tiempos de hipocresía,
frivolidad y confusión existencial.
SATURA BREVIS I
Yo no sé si
te amo o te desprecio;
si es que te
olvido adrede o te recuerdo.
O tal vez
las dos cosas, como, aguado,
el vino ya
no sabe a vino ni agua.
SATURA BREVIS II
A la mujer de tu mejor amigo
debieras de mirar con el respeto
que se merece. Finges que lo haces
y quedas como un pulcro caballero.
Pero mejor que tú finge tu amigo
no haberse dado cuenta de tu engaño.
SATURA BREVIS III
Ni Marcial ni Catulo lo podrían.
Ni yo tampoco, pues es necesario
todo el ingenio de los grandes hombres
para decirte lo que todo el mundo
sabe de ti en rumores clandestinos
y tú serás el último en saberlo.
SATURA BREVIS IV
Eres poeta como un rascacielos
con premios envidiables y mimado
por críticos pontífices del tema.
Pero dicen también que cubil eres
de víboras en un copón de oro.
Un florero con flores deslumbrantes
sobre un fondo de secos excrementos.
Ricachón de tus sátiras, respondes
que la vida es el arte del mordisco
asestado con dientes de sonrisa.
SATURA BREVIS V
Tenías ideal de perfección
cuando los años jóvenes. Ahora,
que en la vejez recuentas tus errores,
cambias de parecer y te convences
de que a este mundo a errar hemos venido,
y de que el mundo es un azar confuso.
En fin, llegar a viejo es un consuelo
si a nuestra estupidez la justifica.
SATURA BREVIS VI
Después de tanta ciencia asimilada,
cuando te aplauden como sabio sientes
un vergonzoso témpano en tus venas
por torpezas y errores cometidos
que otro padre y esposo evitaría
sin ser precisamente intelectual.
SATURA BREVIS VII
Aquel historiador coleccionaba
épocas, eras, todo el universo,
celoso de las fechas y lugares
donde la gloria humana fulguraba.
Llegado a viejo, ya tan sólo aspira
a gozar fugacísimos instantes
en su terraza con canario y flores,
huyendo del saber como de un vicio.
La ignorancia nos brinda su consuelo
como un paseo el estirar las piernas.
SATURA VIII
Declaró en su tertulia que si hubiese
reencarnación jamás él
volvería
a ser artista, porque el
serlo induce
a ver la realidad muy por
encima,
y eso le ha hecho un hombre
desgraciado.
Pero, por ello mismo, se da
cuenta
de que siendo este mundo
irreparable,
horrorizado hacia su ebúrnea
torre
se vuelve, agradecido como
nunca
al ingenuo poema
adolescente.
SATURA BREVIS IX
Tan serio entre señoras
como pomas
maduras y, a la vista,
apetecibles,
finges leer, en tanto el
autobús
os lleva a su destino, mas
no ignoro
que alientas una orgía
silenciosa
en tus desordenados
apetitos.
El libro da respetabilidad.
SATURA BREVIS X
Cuando llegaste a los cincuenta viste
que tus exquisiteces y altos vuelos
te mantuvieron lejos de la vida
y de gente de a pie, que la conoce
mejor que tú, a pesar de tantos libros.
Hoy vas como un mendigo de experiencia
y pedigüeño de mundología,
y la limosna en lástima recibes,
tan imbécil te ven los que te tratan.
SATURA BREVIS XI
Te crees más feliz que yo y presumes
de tu esposa y tus hijos, tan unidos,
tan estudiosos y prometedores.
Yo de mortal presumo solamente
y de que nada humano me es ajeno,
ni incluso el drama tuyo en que presumes
una felicidad mal exhibida
—como postiza— que se desencaja
y deja ver tus mellas de tristeza.
SATURA BREVIS XII
Tu vida llena está de muchas pruebas
y todas afilaron en tu piedra
sus armas destructivas, pero tú
a todo has resistido y te envaneces.
¿Acaso llevas callos en el alma
y en vez de corazón tienes un yunque?
SATURA
BREVIS XIII
Temor tiene a morir pero es ateo
y, como es viejo, pacta con su miedo
aceptando un después sobreviviente
un tanto vago, como el trapecista
inseguro trabaja sobre redes
ya en la postrimería de su oficio.
SATURA
BREVIS XIV
Quien ha entrado en el alma de los otros
manchándose con polvo de desvanes
y oye en rincones clandestinos llantos,
regresará a su alma humildemente
pidiéndole a la vida paz y olvido
como si retornara de una guerra,
como si un fiero cáncer superara.
SATURA BREVIOS XV
Cada vez que te enfadas o discutes
con alguien lanzas un terrible insulto,
jabalina invisible de palabras,
que es el que más a ti te dolería.
Se agrede con el arma que nos mata.
SATURA
BREVIS XVI
Ya nada te preocupa ni te abruma.
Llegas, ya viejo, a tu estación postrera
y te bajas del tren de tus amores
más queridos y puros. Ay, tu ocaso
te ha jubilado ya de muchas cosas.
Das por perdido todo, hasta los miedos
que secuestraron ilusiones, dichas;
mas hoy libre de angustias, ya no tienes
ganas de disfrutar del regocijo
que proporciona conseguirlo todo.
SATURA BREVIS XVII
Dices,
poeta, que has seleccionado
de
entre doscientos estos diez poemas.
Si
los seleccionados son horribles,
me
pregunto que cómo eran los otros
que
has sepultado en tu cajón de olvido
SATURA BREVIS XVIII
Quien está totalmente convencido
de que el Azar es lo que nos gobierna,
tiembla y suda pensando que no sea
inteligente nuestro gobernante.
Que no sea del todo inteligente
no le preocupa, sino que le aterra
saber que es jugador empedernido
y somos naipes en sus locas manos
cuando la providencia en desconcierto
abandona la mesa de la Historia.
SATURA
BREVIS XIX
Él a sus santos recurría cuando
la angustia trastornaba sus costumbres
(honorables, por cierto). Así se hallaba
aún más seguro, esperanzado al menos,
con dosis de humildad ante la gente.
Cuando se le pasaba, ya era el mismo
y su autosuficiencia era implacable
jactanciosa y con ínfulas ateas.
Como otra vez, guardaba las estampas.
SATURA BREVIS X X
Te han gustado con rabia las mujeres
y has contado en tus brazos una a una
casi un harén. Pero has llegado a viejo
y la próstata está deteriorada.
El médico es, al fin, tu último amor.
SATURA
BREVIS XXI
En nada nunca confió aquel
hombre.
Ni siquiera en sí mismo ni
en la gente.
Mas la vida una vez lo puso
a prueba
y tuvo que creer en la
esperanza,
como el obrero que odia a su
empresario,
mas ruega a Dios que nunca
se le muera.
SATURA XXII
Quién lo diría cuando en el estrado
con seriedad profesoral disertas.
Pasas por un intelectual de hondura
y densa erudición, pero, a hurtadillas,
en el televisor, cuando estás solo,
ves los programas que después criticas
en la familia y entre compañeros:
fútbol a tope y los amores rosa.
SATURA
BREVIS XXIII
Aquella chica a la que tú invitaras,
poeta, aquella tarde en el café
y en una tan romántica tertulia,
gozó de los poemas que sacaste
de tu bolsillo, pero en tu despiste
no se pudo evitar que entre los versos
se asomara, vulgar, la bonoloto
y te echara a perder aquella escena
en la que de galán tú te afirmabas,
tan trasnochado tu romanticismo.
SATURA BREVIS XXIV
Cada vez que te enfadas o discutes
con
alguien lanzas un terrible insulto,
venablo de
palabras injuriosas,
que es el
que más a ti te dolería.
Se agrede
con el arma que nos mata.
SATURA BREVIS XXV
Aquel hombre tan puro, tan su casa,
tan responsablemente ensimismado,
tan atento a la gente y sus problemas,
frente al televisor tan compasivo,
un día le pesó tanto la angustia,
que se dio a bares, chicas y amigotes
y acabó en un regazo de querida,
¡a punto de ser santo con corbata!
SATURA
BREVIS XXVI
Una virilidad como la tuya
no podía sufrir ninguna quiebra,
hasta aquel día en que te enamoraste
como un perrito fiel tras de su ama.
Mas lo peor de aquella servidumbre
es que era un transexual aquel encanto
y eso dobló tu quiebra de machista.
SATURA BREVIS XXVII
Temor tiene a morir, pero es ateo
y, como es viejo, pacta con su espanto
aceptando un después sobreviviente
un tanto vago, como el trapecista
inseguro trabaja sobre redes
ya en la postrimería de su oficio.
SATURA
BREVOS XXVIII
En tu orgía de música y de libros,
bombardeado por los obsesiones,
mas tendente a una paz que te relaje,
has aprendido una lección: se puede
algunas veces ser feliz sin hembra.
¡Es un récord! Escríbelo en el Guinness.
SATURA BREVIS XXIX
Ya viejo, casi anciano, aquel Tenorio,
con restos secos de viril belleza
de mañana, estirado y regio el paso,
deambula por mercados y entretiene
la vista en las mujeres más hermosas.
Pide a Dios que ninguna le haga cara.
¿Por qué? ¿Cómo podría responderle
si su apostura es sólo escaparate
y la impotencia es su última conquista?
SATURA BREVIS XXX
Cualquiera
envidiaría aquella suerte
del hombre más famoso de su pueblo.
Escritor y político brillante,
vivía para un público devoto,
sin tiempo apenas para estar en casa
por no aguantar a su querida esposa.
SATURA XXXI
Qué gesto de creyente, qué sincero
en tu arrepentimiento y en tu enmienda
de una vida mejor y edificante
para tu entorno —amigos y familia—.
Te sería de gozo si no fuese
porque la edad provecta lo aconseja
y ya no puedes ir de chica y copas.
SATURA BREVIS XXXI
Desdeñas las tertulias, las revistas
donde publicarías tus cositas.
Vas de un indiferente modestito
y Robinson de la literatura.
Cualquiera te vería de habitante
en la autosuficiencia de los genios,
pero yo sé que no te integras porque
no es fácil ser el único entre todos
y en tu tertulia habitual te quedas
oyéndote a ti mismo en solitario.
SATURA XXXII
En cenas literarias, conferencias,
presentación de libros y lecturas,
allí está con anuncio sempiterno
de su novela a la inminente luz.
Cuando llega a su casa, le pregunta
a su mujer qué tal le ha ido la noche,
y ella, cansada, deja de escribir
la novela que todo el mundo espera.
SATURA XXXIII
Te admiro por tu ánimo valiente
y tus chistes que encienden la alegría
de tantos corazones aburridos,
pese a que el tuyo no es ninguna fiesta.
No me digas que lloras, porque ríes
como el payaso de las bofetadas.
sólo que tú, además, eres un héroe
porque también te ríes de ti mismo.
XXXIV
Fabio presume de una esposa linda,
pero teme llevarla a los casinos,
a las peñas, a playa y barbacoa.
No se da cuenta aún de que por ella
él goza de unos cargos importantes
y los que se los dan hallan su gozo
tratándola de cerca y tan frecuente.
SATURA BREVIS XXXV
Qué buena esposa tiene el diputado,
pues lo anima y lo empuja a que él aspire
a más cargos y altura en el partido.
Ella no pierde, mientras tanto, el tiempo
y aprovecha la mucha y triste ausencia
en buena compañía de un amigo.
XXXVI
No quieres acordarte de que el tiempo,
dardo en las horas, cruza el almanaque.
Una melancolía te rodea
con un íntimo abrazo y te deprime
en un rebobinado de nostalgia
cuando ves tantas cosas del pasado
y de las que te cuesta desprenderte,
y es que no es fácil, no, mudar de alma,
como a menudo de automóvil mudas.
SATURA BREVIS XXXVII
Has ido por la vida contemplando
esa belleza que a los otros pasa
tan desapercibida o denostada
ya que les obsesiona su sustento.
Tú te vanagloriabas de tus gustos
y te creías un divino ocioso.
La realidad el precio te ha mostrado
por ese lujo fáustico de artista.
La miseria y el hambre son tu obra
y las horas de angustia, tus lectores.
SATURA BREVIS XXXVIII
¿Providencia o azar? No te lo explicas.
Toda tu vida te has martilleado
las sienes con preguntas como ésa,
hasta que un día te paraste y viste
cómo es el mundo. Para como es,
azar o providencia da lo mismo.
XXXIX
Me dejas versos para que los lea
y te dé un parecer. Yo me retardo
no sólo en opinión, sino en lectura.
Pero tú me das más, tal vez creyendo
que los releo deliciosamente.
SATURA BREVIS XL
En banquetes a los que es invitado
él no se excede en nada. Es más, se abstiene
de vez en cuando de lo que los otros
consumen muy a gusto. Él se alimenta
de observar sin amor, como un espía,
para luego a su esposa hacer comento
y destilar su odio a los felices.
SATURA BREVIS XLI
Me dejas versos para que los lea
y te dé un parecer. Yo me retardo
no sólo en opinión, sino en lectura.
Pero tú me das más, tal vez creyendo
que los releo deliciosamente.
SATURA BREVIS XLII
Haces de tu poema un
espejismo
de juegos malabares de
vocablos.
Príncipe de tinieblas
literarias,
seduces como guiño de
buscona
que, llevado al umbral a su
cliente,
éste le toca los postizos
pechos
y, además, teme hallar dentro un travesti.
SATURA BREVIS XLIII
Eres como aquel príncipe que todo
lo aprendió de los libros, memorioso
como carro atestado de verduras.
Mas para ser un príncipe te veo
con ademanes torpes y plebeyos.
La erudición te sienta como a un bruto
un frac y un dulce ramo de violetas.
SATURA BREVIS XLIV
Vas
con hiel en la boca y te lamentas
de
este vivir con místico desdén
como
si sólo el cielo desearas.
Otra
idea tendrías en la mente
si
llevaras dinero en el bolsillo
SATURA
BREVIS XLV
Cuando leyeron sus poemas (todos
muy elevados), los admiradores
fueron a visitarlo y se encontraron,
más que a un místico en trance de escritura,
a un padre de familia que ayudaba
a su esposa a limpiar culos de niños.
SATURA BREVIS XLVI
Cuando entre compañeros de trabajo
él estaba, reía y se le tuvo
por hombre alegre y almacén de chistes,
sin
bozal para tanta carcajada.
Tenía
que reír en algún sitio:
era
en su casa un infeliz tan sólo.
Infeliz,
además de ganapán.
SATURA BREVIS XLVIII
Perdonaba locuras de los
hijos
y también los dispendios de
la esposa,
bromas serias de amigos, las
miradas
negreras de su jefe de
trabajo...
A todos perdonaba. ¡Se tenía
que perdonar a sí vicios
ocultos
compensadores pero
inconfesables!...
SATURA BREVIS XLIX
Ve pasar a los
jóvenes, errantes
en su disfrute de movida y pubes.
La risa, que nostalgia darle debe,
Ve pasar a los jóvenes, errantes
se le figura máscara de juego
que la vida le pone a la ignorancia.
¿Lo sabrán cuando pasen veinte años?
SATURA
BREVIS LX
Decías
machacón que te dolía
el mundo y
su rosario de desgracias.
Que si
fuera por ti, que si estuviese
en tu mano
su suerte iba a ser otra.
De coches
y chalés ahora te atestas,
y confort,
y viajes y muchachas
desde que
te tocó la lotería.
SATURA BREVIS LXI
En la
cantina del mercado pide
un café y
desperdiga la mirada
por todas
partes hasta que tropieza
—en la
memoria— con su vieja esposa,
ya muerta.
Pensaría un malicioso
que está
poniendo cebo a las que pasan.
No piensan
que es nostálgico incurable.