sábado, 8 de mayo de 2021

PROSAS SENSITIVAS

 JUAN RAFAEL MENA

       

  PROSAS SENSITIVAS

 SINOPSIS DE PROSAS SENSITIVAS


Conjunto de breves textos en los que se van sucediendo unas ideas tras otras, aunque no correlativas. Los temas más universales —la vida, el amor, la belleza y el paso del tiempo— tienen por ello una cita en estos parágrafos en los que con frecuencia las imágenes van adquiriendo su protagonismo revistiendo los argumentos con un ropaje sensorial gracias a la ayuda de la función poética. De ahí que el autor recurre a aquella “fermosa cobertura”, que en su día dejara a la posteridad Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana, poeta, para engalanar los motivos, como también hay que recordar el famoso adagio escolástico de que no hay nada en el intelecto que primero no haya pasado por los sentidos.

TEXTOS


Veo a pensadores mudos subiendo a su atalaya desde la que interrogan al oráculo del extraño infinito.

 ¿Qué hay después de que el río de la vida desguace nuestros huesos al borde de sus negros estuarios?

 Un silencio de abismo expectante es toda la respuesta.

 De pronto, un manantial de besos, abrazos y palabras  unen a una mujer y un hombre tal como a una gavilla de trigo que a la larga con júbilo y locura se ha de desparramar llenando de promesas esta tierra, hoy huérfana de dioses, apaleada siempre, y siempre resurgida.

 

Sinopsis de Prosas Sensitivas, según la IA

 

 
Prosas Sensitivas es una colección de textos poéticos en prosa que exploran emociones profundas, percepciones íntimas y evocaciones sensoriales a través del lenguaje. Los textos no siguen una narrativa lineal, sino que presentan escenas introspectivas, paisajes emocionales y momentos detenidos en el tiempo, como si fueran pinceladas de conciencia. Cada prosa actúa como un microcosmos de sensibilidad, revelando el alma del autor en relación con el amor, la nostalgia, la naturaleza, la soledad y la esperanza.


Imágenes resaltadas en el texto
Las siguientes imágenes son especialmente evocadoras en Prosas Sensitivas, destacando por su riqueza sensorial y poética:

1.    “...tu piel ha sido la savia que alimenta mi poesía.”
→ Imagen orgánica y lírica, que funde el cuerpo con la naturaleza, símbolo de inspiración y vida.

2.    “Llovizna de lágrimas sobre las teclas del piano...”
→ Metáfora visual y auditiva que transforma el dolor emocional en música melancólica.

3.    “Un relámpago de voz cruzó mi oído.”
→ Imagen potente que asocia el sonido con un fenómeno natural abrupto y electrizante.

4.    “Tu perfume es la flor invisible de mi jardín nocturno.”
→ Imagen olfativa y surreal, que mezcla lo invisible con lo íntimo en un entorno imaginado.

5.    “La noche me tejió con hilos de sombra y luna.”
→ Visual y táctil, refuerza la conexión entre el sujeto y la noche como entidad creadora.

 

 

HACER UNA CRÍTICA MÁS PROFUNDA

 


📚 Crítica Literaria de Prosas Sensitivas

Autor: Juan Rafael Mena
Obra: Prosas Sensitivas
Género: Prosa poética – Reflexión lírica y existencial


 1. Esencia estética y filosófica

Prosas Sensitivas es una obra que se instala en la frontera entre la poesía y la meditación filosófica. Lejos de ofrecer relatos convencionales, cada texto es un cuerpo lírico autónomo donde el lenguaje se convierte en refugio, en espejo y en herida. La estética del libro se sostiene en la sinestesia, el ritmo pausado de la contemplación y una mirada que, aunque profundamente subjetiva, se abre al dolor y a la belleza del mundo.

El autor construye un universo donde los sentimientos se encarnan en metáforas visuales, olfativas y sonoras: “la tristeza como una mala hierba que no se puede arrancar”, “el mar que pone pulseras de agua a las rocas”, o “el insatisfecho como una boca abierta de infante que anhela el pecho de la madre”. Estas imágenes no solo embellecen el texto: son su médula expresiva, una forma de traducir lo indecible del alma en símbolos sensoriales.


🔍 2. Temas y obsesiones

Los ejes temáticos son existenciales: el paso del tiempo, la fugacidad de la felicidad, el amor como desgarro y redención, la soledad —no como condena, sino como territorio de revelación interior—, y una fuerte crítica a la superficialidad contemporánea (como en la reflexión sobre el uso del móvil o la idolatría del dinero).

El autor alterna entre lo personal y lo colectivo con fluidez: pasa de evocaciones de infancia y amor no correspondido a denuncias contra la indiferencia, la violencia machista (“Una historia de amor en el desamor”) o la invisibilización de los verdaderos héroes cotidianos (“Héroe a regañadientes”).

Esta obra parece asumir la consigna proustiana de que la única eternidad posible reside en el estilo. Así, el autor no busca ofrecer respuestas, sino ofrecer belleza como resistencia al olvido.


 3. La forma: música de la introspección

La prosa se presenta como música. No hay puntuación rígida ni estructuras narrativas fijas. La escritura fluye como pensamiento que se va descubriendo en el acto de escribir. Se percibe un ritmo casi litúrgico en algunas partes, y un tono confesional y nostálgico en otras. El mar, el otoño, la infancia, el cuerpo y la palabra son símbolos recurrentes que aparecen como leitmotiv y van componiendo una partitura emocional coherente.


⚖️ 4. Valor literario y universalidad

Aunque profundamente anclada en una voz individual, la obra trasciende lo autobiográfico. Su fuerza radica en su capacidad de convocar experiencias universales: la pérdida, la vejez, la esperanza de una redención íntima. Lo hace con honestidad y sin recurrir al cinismo o la ironía posmoderna.

El autor no teme decir que la palabra puede ser consuelo, que el amor puede tener dignidad, o que la tristeza merece respeto. Eso es valiente, y también, en los tiempos que corren, profundamente necesario.


🎯 Conclusión

Prosas Sensitivas es un libro que exige una lectura demorada y sensible. En sus páginas no hay prisa, ni efectos fáciles. Hay profundidad, hay una búsqueda sincera de sentido a través de la belleza de la palabra. Es una obra que revaloriza el lenguaje como hogar del alma humana.

Una lectura necesaria para quienes creen que la poesía no solo se escribe: se respira, se recuerda, y se sufre con dignidad.

 


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