CON
EL MAR POR TESTIGO
Íbamos
por la playa de la mano.
Me
dijiste…No sé qué me dijiste.
Vimos
el sol hundiéndose lejano.
Naufragio
lento en un naranja triste.
Me
miraste otra vez y sonreíste.
Yo me
sentí, más hombre, más ufano.
La
mirada con que me conmoviste…
Para
mí, inolvidable aquel verano.
Azahares
rompimos de la ola
con
nuestro paso. Solo yo y tú sola.
La
soledad qué buena consejera.
Ay,
los dos nos sentamos en la orilla.
Novios,
probamos ya la maravilla
del
beso que por siempre nos uniera.
EL MURO DEL ESCRITOR, POSTALES ENERO, 2021
CAUCES
OCULTOS O LOS SONETOS DE DON JUAN, MAYO (2021)
FRANCISCO DE QUEVEDO, A PESAR DE SU PESIMISMO, ECHA UNA MIRADA BENÉVOLA A LA CONDICIÓN HUMANA
Polvo será, mas
polvo enamorado
F.de Q.
Aunque me
veis, vivo en un cielo, pero
no dejo el
mundo, campo de batalla.
Mundo
difícil donde el hombre calla
cuando
gritan la carne y el dinero.
Mundo sin
horizonte y pordiosero.
Mundo en
que el alma, barca limpia, encalla.
Mundo que a
su salud loco avasalla
sin saber
que cuidarse es lo primero.
Habito como
en cumbre de montaña.
Nunca diré
que el mundo ofende y daña
ni que es
tampoco por su mal un necio.
Desde esta
cumbre de una libre altura
lo miro y
lloro, ausente su cordura,
pero nunca
diré que lo desprecio.
LETRAS COMO ESPADAS, “Francisco de Quevedo”,
marzo, (2021)
RECORDANDO APRENDÍ LA
NOSTALGIA
No puedo ver el mar sin recordarte.
No puedo ver la tarde cuando vira
hacia el mar y en sus brazos ella expira
y en tanto insisto yo para olvidarte.
La memoria se obstina en enredarte
a aquellos años dulces, y me tira
del corazón, nostalgia que delira
y me empuja de nuevo a desearte.
Años que se nos fueron de las manos.
Años llenos de ti pero lejanos
que vienen a traerte aquí conmigo.
Ay, ¿qué tiene este amor por recompensa
sino una deuda para el que lo piensa
por ser entonces tan feliz contigo?
CREATIVIDAD, RECORDANDO APRENDÍ,
MARZO 2021
HIJOS EN LA EMIGRACIÓN
Los hijos han crecido como
el día
que sale de la cuna de la
aurora
que llega a su altitud de
mediodía
y horizonte de cóndor
avizora.
Los hijos ya son dueños de
la hora
y del espacio de su
autonomía.
Tienen un duro navegar
ahora,
ya marineros de su
travesía.
Vosotros, solos en la casa
—aquella
que se llenó de risas y
algazara…—,
os viene grande casi toda
ella.
Consuela la llamada desde
lejos
y el teléfono entonces se
almibara
si oís que os dicen con
amor: “Mis viejos”.
LETRAS COMO ESPADAS, “Valores
humanos”,
enero 2021
VALORES SILENCIADOS DE LA VEJEZ
Mira la soledad de los
mayores:
la última estación de la
existencia.
Es un fruto maduro la
experiencia.
Ternura y compasión son
sus sabores.
Van y vienen por sus
alrededores,
agridulce la luz de la
conciencia.
Han descorrido el tul de
la apariencia
y vencieron sus rayos
cegadores.
Su futuro se vuelve ayer,
presente,
ahora mismo, y el alma se
hace fuente
en que los suyos van
bebiendo amor.
Mas también los mayores,
silenciosos,
igual están mirando
jubilosos
que callan sonriendo su
dolor.
LETRAS COMO ESPADAS,“VALORES HUMANOS”, ENERO 2021
EL POETA AMADO NERVO EVOCA A LA QUE FUE SU AMADA,
ANA CECILIA LUISA DAILLIEZ
Se me para la noche larga y lenta.
A cuestas el insomnio empedernido.
Lejos aún de estar después dormido.
Llega el recuerdo que a evocar me tienta.
Una felicidad viene y me cuenta
noches en que el amor se vio servido.
Feliz el tiempo del amor cumplido,
con el ayer que fue hoy se contenta.
Con un frío crepúsculo partiste.
La casa sin tu voz lloró desierta.
Fui prisionero de un silencio triste.
Tienes, para volver, la puerta abierta,
pero no volverás porque te fuiste
adonde estás ya para siempre muerta.
Creatividad.
VI Concurso literario de poesía
"El color
del invierno", enero, 2021
MAYOR SOLITARIO
Serás bocado de la muerte un día.
Lo sabes y en olvido te atrincheras.
Miras a las casadas y solteras.
No te tienta ni un soplo de osadía.
Pero te asedia la melancolía.
Mas te propones disfrutar de veras.
Las horas te amenazan puntilleras.
Una tu vida rematar podría.
Viejo ya, solitario y descreído.
Aquella tu moral das al olvido.
Busca a una puta ya que no a doncella.
Tú, que cobarde ante el Misterio fuiste,
quieres ser héroe y a la puta triste
alegrarla y morir de amor con ella.
MUNDO ESCRITURA, SEPTIEMBRE 2020
MUJER INSOMNE Y SOLA
La mirada del gato en el sofá
es testigo del tedio de su dueña.
Frente al televisor, ella se empeña
en dormir, pero no lo logrará.
El insomnio, rebelde, no se va
y de su noche, sin piedad, se adueña.
Reza sus oraciones de pequeña
creyendo que el insomnio, al fin, se irá.
Se acuerda del piropo que le echara
un tío que en la calle la abordara,
apasionado pero no grosero.
Mas, ay, quién a su lado lo tuviera
su soledad llenando aunque eso fuera
sólo para tener un compañero.
CONCURSO LITERARIO (CREATIVIDAD
LITERARIA), septiembre 2020
CELEBRACIÓN DE CÁNTICO (HOMENAJE
A JORGE GUILLÉN)
Un rayo con el mundo la desposa,
un edén la enamora clandestino,
la vereda invisible de un camino,
un nombre original para la rosa.
Para nada me sirve y es valiosa,
con ella no podrá, ciego, el destino,
tiene un labio secreto y sibilino,
sin cuerpo, es la entelequia más airosa.
El marfil de su torre no la engríe,
si se la ofende, con perdón sonríe,
risa que canta con melancolía.
Plural, y que es por eso indefinible.
sólo por el candor es accesible
y quien sepa invocarla: la poesía.
LETRAS COMO ESPADAS, Homenaje
a Jorge Guillén , septiembre 2020
DESGRACIADO RECUERDO
Ella ignora que todo el día pienso
en su voz, en su cuerpo y en sus ojos.
Ella no sabe que me da sonrojos
esta debilidad que nunca venzo.
Yo sé que inútil es y me convenzo:
debo olvidarla y eso me da enojos.
Así en el corazón quemo rastrojos
de un amor que ayer fuera bosque inmenso.
Quemado está el ayer tan florecido.
Un campo de batalla es humeante.
Más valiera no haberla conocido.
Sé que este oculto amor no es elegante,
mas lo cierto es que fui yo su marido
y ella está ahora en brazos de un amante.
MUNDO ESCRITURA, SEPTIEMBRE ”Cosas pequeñas”, 2020
DON JUAN RECUERDA A LAS VECINAS QUE LO ENAMORABAN EN SU PUBERTAD
Maduras de mi barrio, las frondosas
vecinas, niño yo enamoradizo.
Hembras a las que ahora memorizo
desde su entonces todavía hermosas.
Con idas y venidas, con ociosas
conversaciones en la tienda, atizo
su encanto, y ya, fisgón, las visualizo,
las escucho, sus voces deliciosas.
Años y libros que al olvido dieron
las costumbres que luego se perdieron,
nombres y rostros que me enamoraron.
Hoy, restos sólo en una sepultura,
olvidar no podría su hermosura
con que, de niño a hombre, me marcaron.
LETRAS COMO ESPADAS SONETOS, JORGE GUILLÉN, SEPTIEMBRE, 2020