viernes, 13 de octubre de 2023

AFORISMO, EPIGRAMA, METÁFORA

 


 

Creo que el nivel intelectual de una cultura se mide por la capacidad de sus escritores para hacer una síntesis de sus pensamientos. Decía Baltasar Gracián, el gran escritor conceptista del Barroco español, que más valen quintaesencias que fárragos. Y que lo breve, si bueno, dos veces buenos.

Podríamos trasladarnos a más citas de autores que confirman esta valoración que hace el escritor aragonés, pero hemos de seguir su consejo en cuanto a la concisión.

Dice Séneca: No hay viento favorable para quien no sabe a donde va.

Escribió La Rochefoucauld: Las virtudes se pierden en el interés como los ríos en el mar.

Lo que convence del aforismo es su brevedad, su valor universal y que, además, nos sorprende, aunque sea utilizando la comparación como en los aforismos anteriores.

El epigrama, por su parte, es considerado como una variante de la sátira, pero sujeto  a una medida métrica y a una intención donde la ironía tiene un papel de suma importancia.  También hemos de citar a Gracián  en este menester de brevísima sátira, pero hay un antecedente en el poeta español Marcial, de la época imperial entre Domiciano y Trajano. Antes de él hemos de recordar a Meleagro de Gadara y a Catulo en la Roma republicana.

Veamos su descripción por el poeta español del siglo XVIII Tomás de Iriarte:

 

A la abeja semejante,

para que cause placer,

el epigrama ha de ser

pequeño, dulce y punzante.


Pongamos del poeta bilbilitano  uno de los famosos epigramas, entre otros, que han  pasado como muestras de tan difícil subgénero.

¿Por qué no te envío, Pontifiliano, mis libros?

Para que tú no me envíes, Pontifiliano, los tuyos.

En cuanto a la metáfora, esa sustitución  de lo real por lo que se le parece, es también de uso en todas las literaturas.

Veamos un ejemplo clásico en la literatura arábigoandaluza, Su autor es Abu-l-Hasan al-Husri:

Si es el blanco el color de los vestidos de luto en al-Andalus, cosa justa es. ¿No me ves a mí, que me he vestido con el blanco de las canas, porque estoy de luto por la juventud?

 

Para ser breve, diré que estos tres estilos de expresión literaria son cimas de la creación. A ellas se llega después de un arduo ascenso hacia la perfección. Una innegable madurez en la escritura y también en la lectura de quienes no pretendan escribir y solamente leen.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario