Tarde quieta de otoño
en la ciudad pequeña.
Plazuela recogida
con su alma desierta.
Campanadas pausadas
con recodo de iglesia.
Se va hacia el mar la
tarde
en caravana lenta
de rojos y amarillos
que esquivan la
tristeza
de los ojos sombríos
de una noche a la
espera.
Aquí mis veinte años
la esperaban a ella.
No importa donde esté.
Todo aquí la recuerda.
Si cierro la mirada,
como si aquí estuviera,
todo está como
entonces:
La memoria consuela.
LETRAS COMO ESPADA, AL CALOR DE LA RISA, Diciembre, 2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario