viernes, 31 de marzo de 2023

 



CRESPÓN  DE  PRIMAVERA (2023)

TERTULIA RÍO ARILLO

ARTES GRÁFICAS FRANCIA 2. 

SINOPSIS

En estas páginas el Jesús de la fe y el de la Historia se expresan por medio de la literatura;es decir, poesía de la Pasión y comentario con base en los temas que siguen apoyándose en las distintas fuentes citadas.

Trabajos sin ninguna invención por parte del autor. No añade nada sino que se apoya en la tradición cristiana para llevar al verso el sentir popular.

Recoge, pues, tras el Pasionario, unos artículos editados hace casi veinte años y los traslada a un libro para recreo de su interés  por el tema, tomando datos de los evangelios canónicos, así como los apócrifos y los gnósticos, sin entrar en las muchas biografías sobre Jesús que se han ido publicando desde el siglo XVIII hasta la actualidad.

Aquí no hay defensa ni examen crítico de la fe, sino recuerdos de vivencias juveniles en cuanto a poesía se refiere, así como en la prosa una atracción por los perfiles de un personaje cuya influencia en la sociedad no puede negarse, y al mismo tiempo una curiosidad por temas relacionados con él, lejos de un afán de investigación, sino más bien recordar lo que la cultura de estos motivos ofrece a quien se acerque a ella,


EL JESÚS DE LOS POBRES

Se ha especulado acerca de esa experiencia del que sufre mucho en el deambular de su vida. Es cierto que también se ha considerado como un estado de resignación conducente al   sosiego de espíritu que facilita la cercanía de Dios, si se recuerdan aquellas palabra de Jesús en Lucas, 6, 20-26, que constituye el famoso Sermón de la montaña. Un discurso de puro conformismo puede parecer. Sin embargo, hay que poner los pies en aquella Palestina y considerar la pobreza, que es miseria en muchos casos, como una circunstancia imposible de redimir en un medio social en que la impotencia ata las manos de quienes desean cambiar las cosas que están bajo control de los imperativos políticos dominantes.

Lo cierto de todo esto es que Jesús está cerca de quien sufre y se siente vinculado a esa masa de campesinos y clase obrera de distintas profesiones que esperan de él un cambio radical en las estructuras sobre las que se asienta el pueblo trabajador.

Dejemos a un lado los milagros y otros hechos maravillosos como eventos excepcionales. Su realismo con respecto a seguir la voluntad de Dios está patente en Mateo 19:21 cuando le dice a un joven rico que si quiere ser perfecto venda cuando tiene y se lo dé a los pobres. Se supone que eso le libra de preocupaciones materiales. En ningún momento Jesús está de parte de los poderosos. Ni siquiera, cuando oye hablar de que Herodes Antipas lo tiene entre ceja y ceja como al Bautista, él suaviza su arenga haciéndola conformista y conciliadora. Más bien lo tilda de raposa expresándonos con ello que su predicación está llena de riesgos y en ningún momento es un paseo por un camino de rosas. (Lucas, 13, 1-5). Con ello muestra una valentía insólita. En el evangelio gnóstico de Tomás, que se considera lleno de símbolos difíciles a veces de interpretar, en el párrafo 27, Jesús invita a desprenderse del mundo si se quiere estar libre para elevarse sobre las cosas que inducen a la servidumbre, con el fin de ser dueños de sus propias contingencias.

Parece que esto es un lenguaje para iniciados más que para los que anhelan una transformación de las condiciones en su vida del día a día, una meditación que parece ser más mística que pragmática, pero puede sugerir con ello una liberación de las miserias que en aquellos tiempos sin seguridad social ni recursos médicos, además de la férrea vigilancia del invasor romano, se imponía como una fatalidad sobre los oprimidos judíos.

Finalmente, tendríamos que citar aquellos versículos de Mateo 25, 35-36. “Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, estuve enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme…”. Una prédica que hubieran hecho suya muchos que han ido de libertadores de las clases de uncidas al yugo del infortunio dentro de nuestra heterogénea sociedad.

 

 CUARESMA EN LA ISLA DE SAN FERNANDO

 

Miércoles de Ceniza: campanadas

de la Iglesia Mayor, graves premisas

de la Cuaresma, que ensordecen risas

del Carnaval, aún frescas y exultadas.

 

Póstulas por el centro y barrïadas.

Las carteles. Las túnicas. Las prisas

dentro del almacén con las precisas

urgencias de las horas ya contadas.

 

Boletines. Conciertos y Quinarios.

Besapiés. Besamanos. Incensarios

prodigando el incienso en la función.

 

El Pregón. Sones de El Respiradero*,

y un soterrado rezo cofradiero

pidiendo que no caiga un chaparrón.

  San Fernando Información, Cuaresma de 1994

*Emisión radiofónica 

 

 

 


 

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