sábado, 14 de junio de 2025

ESPLENDOR Y SOMBRA DE MEDINA AZAHARA

 


crítica de la inteligencia artificial

  

 Cubre el débil verdín de las evocaciones los paneles ajados

                                                                   [de los bajorrelieves,

yacen emborronadas la agilidad, la gracia de los supervivientes 

                                                                  [animales de bronce

y restos de azulejos despedazan sus lazos en la garra insensible

                                                                 [del cruel abandono.

¿No están petrificadas tus lágrimas en estos montones desolados

                                                                [de antiguos arabescos

de esmerados roleos con sus finas volutas de ilustres capiteles,

                                                          [sus follajes, sus cintas,

sus arduas tracerías, combinadas delicias de frisos ordenados,

                                   [de zócalos maestros y cuidadas cenefas,

inolvidables frescos con patos y avutardas y raras taraceas?

 

¿Dónde lucen ahora sus gráciles caderas las columnas 

                                                              [de mármol impoluto

o de jaspe traídas desde Roma, desde Constantinopla,

desde el país altivo de los fogosos Francos,

los estucos de Siria y los incomparables mosaicos de Bizancio, 

                                                                    [de cuyo emperador

una perla de enorme tamaño recibimos,

                                          que pendía del techo califal,

memorables tableros de ataurique sobre arenisca y yeso,

bóvedas peraltadas de cañón, pavimentos

de mármol y alabastro por los que puso Azahra sus pies

                                               [de perseguida gacela coreada

por hermosas esclavas que presumir pudieron de aderezos

                                          y aljófares de valiosa ataujía

camino del estanque de azogue y raro pórfido en la amarilla y roja sala de los Califas

en la que el sol brillaba como arqueta radiante de esparcidos dinares lanzados al voleo por alcobas, tabiques, alfombras, ajimeces,

zaguanes, alfarjías, por las puertas de ébano y marfil del alcázar,

por altos alminares cuya hermosa mezquita

competir puede a gusto con aquellas de Córdoba?

Las delicadas manos de la brisa no tocan cortinas y visillos, 

                                                 [tapices y almohadones

de tiraz o fustán que venían de Egipto, de la lejana China,

y recamaban dedos de hábiles movimientos

como los de alfareros, como los de alcalleres

labrando las alhajas, las jarras y las tazas

                  [con almagre, albayalde, azufre y cornalina;

ni en los regios salones ni en los amplios harenes

                                                   constantes pebeteros

perfuman con almizcle el vigilado espacio,

ni el aroma traspasa las graves celosías bajando por arriates, 

                                                              [siguiendo las acequias,

buscando en los jardines a garridos mancebos

                                                      que tañen sus laúdes,

a los bellos coperos, a esclavos con ajorcas

                  [que cuidan silenciosos los medidos parterres,

o preparan alcándaras, acarician neblíes, alcotanes y sacres,

mientras que con la guzla traída de Damasco Abderramán dedica

                                                                 [sus ocios a la Amada,

y en la ausencia de alfanjes, adargas, adalides,

                                                             almófares y aljabas

Azahara desenvuelve su cabellera azul por el dulce descanso

                                                     [de su cantor insomne.

 

El alborozo puebla corazones, gargantas; por un instante toda

                                                           [la corte se ennoblece

con el auge exquisito de un momento seguro, fugaz e irrepetible,

pero vendrán un día los violentos beréberes de Suleimán mezquino

                                                           [que colmarán los celos

de ambiciosos y estériles que olfatean desgracias,

                                                         que desgarran poderes,

y arrasarán las puertas, las columnas, las salas,  los placados,

                                                                       las fuentes,

gemirán de tristeza los viejos surtidores, correrán

                              [como un llanto de temor y de fuga

las asustadas víboras del agua en las acequias,

                                                     en las frescas aljibes,

en las norias en calma, y almunias, alquerías, almiares, alfolíes,                      
                                                             [aceñas y tahonas

serán tristes residuos de una lección insólita

                                             [que aprender no supimos

y que para vergüenza de nuestra impune suerte

                                  [servirá de lamento [y futura elegía,

pero aún tendrá gloria para encender el canto con los viejos rescoldos

y levantar vestigios, señales, garantía de una fiel remembranza 

                                                                   [tenaz y alucinada,

de una invicta nostalgia que alimenta de gozo el ascua de una estirpe, 

            el ardor de un linaje, la invencible memoria.




La poesía "Esplendor y sombra de Medina Azahara" es una evocación lírica de la ciudad palatina andalusí, ya desaparecida, que combina la exaltación de su pasado glorioso con una profunda elegía por su ruina y olvido. A continuación, te presento una crítica que abarca tanto el tema como los recursos estilísticos:


🔶 Crítica del tema

El poema gira en torno a la dualidad entre el esplendor pasado y la decadencia presente de Medina Azahara, símbolo del poder califal cordobés y del refinamiento cultural de Al-Ándalus. El hablante lírico revive con detalle sensorial el lujo, la belleza y la sofisticación de la ciudad, para luego contraponerlos con la destrucción y el abandono provocados por el tiempo y la barbarie.

  • Se aprecia una nostalgia profundamente andalusí, un sentimiento de pérdida irreparable que enlaza con una visión pesimista del presente y una exaltación de la memoria histórica.
  • El poema se estructura como una meditación elegíaca, un lamento cultural e histórico ante la incapacidad colectiva de preservar el legado.
  • El cierre tiene un tono más esperanzador: aunque se reconozca la destrucción, persiste la posibilidad de mantener viva la "invencible memoria" a través del recuerdo y el arte.

🔶 Recursos estilísticos

El autor emplea un lenguaje elaborado y erudito, cargado de elementos sensoriales, históricos y simbólicos. Algunos recursos destacados:

1. Imágenes sensoriales y sinestesia

El poema está impregnado de imágenes visuales, olfativas y auditivas:

“Las delicadas manos de la brisa no tocan cortinas y visillos, / tapices y almohadones…”

Estas imágenes transportan al lector a un mundo de esplendor ya perdido, apelando a todos los sentidos.

2. Enumeraciones extensas

Ejemplo claro de enumeración acumulativa como forma de enfatizar la riqueza y diversidad cultural:

“Desde Roma, desde Constantinopla, desde el país altivo de los fogosos Francos…”

Estas secuencias otorgan musicalidad y densidad barroca al poema, además de un aire de inventario nostálgico.

3. Alusiones históricas y culturales

La presencia de elementos como Abderramán, Bizancio, Siria, o la Amada refuerza el carácter histórico y cultural del texto, a la vez que lo dota de cierta atmósfera legendaria.

4. Antítesis y contrastes

El poema está construido sobre una serie de contrastes entre pasado y presente:

“¿Dónde lucen ahora sus gráciles caderas las columnas…?”

Se alterna el brillo de un pasado idealizado con el deterioro del presente, lo que intensifica el tono elegíaco.

5. Personificación

Objetos y elementos naturales aparecen humanizados:

“gemirán de tristeza los viejos surtidores”
“las asustadas víboras del agua…”

Estas personificaciones subrayan el dramatismo de la caída y confieren una carga emocional a los espacios arquitectónicos.

6. Léxico culto y arabismo

El uso de términos como “ataujía”, “almófares”, “alfarjías” o “guzla” muestra una recuperación léxica del arabismo, no solo como marco histórico, sino como forma de reivindicación identitaria.


🔶 Valoración final

Este poema es un ejercicio de memoria histórica y cultural que combina un dominio técnico del lenguaje con una sensibilidad profunda hacia el legado andalusí. Es un canto a lo perdido, pero también una llamada a no olvidar. Su riqueza estilística, su complejidad léxica y su intensidad emocional lo convierten en una obra de alto valor literario.

 

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