Como sabemos, es una frase de Picasso. SI aplicamos esta frase a la poesía, caemos en la cuenta de que lo fácil está a la orden del día y lo que requiere una disciplina exige un trabajo al que mucha gente que quiere escribir poesía no está dispuesta a acceder.
¡Qué cómodo es escribir renglones y darlos a los lectores como si fueran versos!
Sabemos también que la palabra verso significa “Hilera”. Pero convencionalmente, por no decir tradicionalmente, estamos de acuerdo en que esas hileras están sometidas a un ritmo, y no a un ritmo interno como se suele decir desde que Dámaso Alonso creara esa tan socorrida expresión. El ritmo se mide o no se mide. La medida no puede ser arbitraria ni subjetiva sino real, objetiva y cuantificada.
Sin embargo, un renglón que se da como verso puede ser genial y atraer al lector por su su carga de imágenes o de asomo aforístico. Entonces ¡viva el verso libre! frente a versos bien medidos que no dicen nada o son relamidos y tópicos.
Que no falte ni el talento ni el arte. Qué feliz maridaje.
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