miércoles, 21 de junio de 2023

LA TESIS DE EROTHYA, novela (2023)

 





 




 Portada de LA TESIS DE EROTHYA
238 PÁGS.
EDITORIAL DALYA
      
Ya editada


SINOPSIS LA TESIS DE EROTHYA

 

Erothya, prostituta bella e inteligente, enamora a un profesor de filosofía que visita la casa de lenocinio. Él se la lleva a su piso y la desposa.

Curiosa infatigable del fluir del día a día y entusiasta de la lectura, además del ahondamiento en las reflexiones vitales, escribe semblanzas de sus experiencias, a instancias de su esposo. Aspectos que incluyen una visión de la vida distinta a la de él y que ella silencia por amor y gratitud a ese amor que cambió su vida.

Convencido el autor de que la función literaria ha de adecuar sus recursos según el personaje y el momento, esta novela pretende ir más allá de la mera comunicación.

Así pues, este texto narrativo cierra la trilogía compuesta, además, por Erothya o sonetos al desnudo (ya editado) y Erothya o los sonetos de una vida (inédito aún), recogidos, finalmente, los tres libros con el título Erothya o mujer al pie de un pararrayos.

                      SONETO-EPÍLOGO DE LA VIDA DE EROTHYA

 

 

Tal como de la mano de una ola,

ibas, tú, Erothya, dueña de la playa.
La mirada más casta se desmaya
al verte, paseando hermosa y sola.

 

Un puticlub contigo se atortola
y va tras ti donde tu cuerpo vaya.
Casa de lenocinio en que se engalla
ese tu cuerpo que glamur tremola.

 

Un cliente te ve bella e ingeniosa.
A su piso te lleva y te desposa.
Te extravía en su bosque la lectura.

Él te insiste que leas y que escribas,
que feliz envejezcas y que vivas
y hagas de aquel ayer literatura


                      .ÍNDICE

 

                                                  Prólogo a una memoria siamesa

I. Ida y vuelta del pasado

II. Un placer no interruptus

III. La búsqueda en el laberinto de sí misma

IV. ¿Anatema o compasión de la ignorancia?

V. Una obra de caridad a medias

VI. Una visita esperada

VII. Un ramo de arrepentimiento

VIII. Playa sin sexo

IX. Otra visita, esta vez inesperada

X. Monedero de ayer, monedero de hoy

XI. Consuelo para Consolación

XII. Un trámite para cruzar la frontera del más allá.

                                 XIII. Un poeta agradecido   

X                              XIV. Una teoría para tranquilizar el alma

                                  XV. La tesis de Erothya

                           Soneto-Epílogo de la vida de Erothya


En el primer libro tenemos el escenario donde se mueve Erothya, aunque ella no esté como protagonista. Es un anticipo del amor por dentro considerado como psicología del amante ya sea sentimental, ya sea sexual. Es, pues, el ambiente que se prepara para cuando entra Erothya, ya en la novela. El tercer libro, también de sonetos como el primero, es la novela con matices diversos y con un final más de acuerdo con la mentalidad de su marido.

Para comprender bien esta trilogía nos tenemos que remontar al concepto de individualismo que nace en España a medida que se va desarrollando el renacimiento, más en concreto en la fase del barroco. El individualismo, a mi parecer, nace con la picaresca, más en Mateo Alemán con su Guzmán de Alfarache y en La lozana andaluza de Francisco Delicado, que en el propio Lazarillo, aunque si bien es cierto, aparece cronológicamente antes. En el caso de Erohya tendríamos que partir de La pícara Justina de Francisco López de Úbeda.

Pero Erothya no es una pícara, si bien agradece que su futuro marido la saque de la casa de trato, sin sentir amor por él de momento, cariño que vendrá más tarde por gratitud. Pero ella narra haciendo, memoria de su pasado, su experiencia dolorosa de las servidumbres de un prostíbulo, obligado a los tejes y manejes de la picaresca para sobrevivir.

Así, pues, la primera entrega es el escenario donde se va a mover Erothya, una vez su prima la lleva a él.

En la novela Erothya no está en la casa de lenocinio, pero la recuerda. Y opone en su recordatorio la esclavitud a que se ven obligadas determinadas personas, a la elegancia intelectual de su marido, profesor de filosofía, hombre culto y nada propenso al placer que representa doña Venus, como dice el Arciprete de Hita.

         En la tercera entrega, de sonetos nuevamente, se desarrolla la novela con ligeras variantes, muy en especial en los últimos sonetos en que Erothya acepta la fe en el más allá, quizá por instinto de conservación o como si estuviese impresionada por la muerte de su marido. Aquí, como el contraste de la picaresca frente a la novela de caballería, se opone la experiencia de Erothya frente a los ideales trascendentes de su marido, en una controversia angustiosa para ella que, por agradecimiento, se siente unida a él dejando su tesis nihilista en un monólogo interior y aceptando la tesis de creyente de su marido. Realismo contra idealismo en cuya lucha acabará triunfando la buena voluntad de ella, de donde saca la conclusión de que la vida de muchas mujeres es estar a los pies de un pararrayos, como metáfora de la servidumbre  por necesidades de subsistir sea como sea.  

 

 

 

 

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario