UN VERSO DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
“Los dioses no tuvieron más sustancia que la que tengo yo”, escribió Juan Ramón Jiménez en su poema “ESPACIO”. ¿Qué pensaría si hubiese leído la obra de Salvador Freixedo “¡DEFENDÁMONOS DE LOS DIOSES!”, en la que el ex jesuita y ufólogo nos pone en guardia frente a todo género de invocaciones a lo desconocido?
El autor ahonda
en el tema y nos advierte que esas peticiones, tan comunes en los seres
humanos, sobre todo en situaciones de apuro, se pueden volver contra nosotros y
arruinar nuestras vidas. Son mucho más poderosos esos dioses que los que
vivimos en la tierra y estamos incluso a merced de su oculto poderío (Freixedo
en esa y otras obras da muestras de ese lamentable poderío y de las temibles
consecuencias de invocarlos).
Yo invito al lector a que lea (está
en internet) esa obra citada y puede que se estremezca con su lectura.
Por eso, cuando he leído ese verso del
admirable poeta onubense y universal, me quedé perplejo y medité durante un
rato, a sabiendas de que esos dioses tienen una sustancia mucho, pero más
poderosa que la nuestra.
Hablo y comento acerca de lo que he
leído. Nada invento yo. Es más: estoy muy sorprendido.
Que el lector busca, lea y compare.
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