miércoles, 29 de noviembre de 2023

UN TRIGAL POR CABELLERA

 


 
Desde mi ventana yo la veía peinarse o alisarse la cabellera rubia, a la que yo con exagerada metáfora, decía para mí que era un trigal por cabellera. Ella, después de unos minutos recreándose en su imagen, besó con detenimiento el espejo, suelta la cabellera de la amorosa prisión de sus manos, y me acordé de aquellos versos de Bécquer, "dándome celos/ el cristal que su boca acariciara".
 
MUNDO ESCRITURA, LA LUPA, NOVIEMBRE, 2023 

Recogido en EN EL DESIERTO (2023)

domingo, 26 de noviembre de 2023

UNOS VERSOS DE SALVADOR RUEDA A PROPÓSITO DE LA ENVIDIA DEL TALENTO

 

 

En el mundo literario, como en otros mundos artísticos, científicos, deportivos incluso, envidiar el talento, más que la suerte, de otros es de una frecuencia lamentable.

Contemplar cómo otros individuos llegan subiendo la escala de su inteligencia o genio creador a cimas no fáciles para otros, debe de ser verdaderamente dramático.  A veces, esa molesta o dolorosa impresión, según se mire, puede progresar hasta convertirse en un fusil de odio en los ojos del que mira desde un silencio siniestro, como apostado en el quicio de su mirada. El que llega a mirarse en el espejo de su conciencia y se sabe envidioso, no sabe por dónde tirar en las calles de sus posibilidades para emular u olvidar al envidiado.

 

Por desgracia, la envidia está siempre de actualidad. No envejece, qué ojalá lo hiciera y desapareciese del mundo de los vivientes acostumbrados desafortunadamente al reto a ver quién llega más alto en esa montaña de los logros.

Una vez, en una de esas lecturas que tenemos por el insaciable y siempre despierto instinto de la curiosidad, tuve en mis manos una Antología española en verso y prosa de autores españoles e hispanoamericanos. Su autor: el poeta y profesor Juan Ruiz Peña, aparecida en 1955

 

Es un amplio muestrario o florilegio, dicho con expresión siglodeoro, de poetas y prosistas seleccionados. Uno de ellos es el malagueño Salvador Rueda (1857-1933), poeta abanderado del Modernismo. En un poema suyo titulado “Los pájaros que cantan mal”, acaba el poema con unos versos que dice: ¡Cantad con himno desacorde o tierno,/ cantad y trabajad en el combate:/ que es un solo el orfeón eterno,/aunque en millones de garganta late!

 Si traemos el ejemplo a los humanos, a los humanos que se distinguen por su capacidad de inventiva, hemos de suponer que es el Nous de la filosofía griega, que es el Rúaj de los cabalistas hebreos, que es el Dios de los cristianos o el Alá de los musulmanes el que inspira la brillante lucidez del estro, cualquiera que sea su presencia en la realidad material, el que sopla en el alma del individuo. Entonces, deducimos que envidiar al que crea, al que manifiesta un alto ingenio, es como si fuera un silogismo, envidiar al Ser Supremo.

 Eso he creído yo siempre. Y eso también me ha salvaguardado de ser envidioso y, por lo contrario, agradecer a ese Espíritu que insufla en la gente su aliento creador, la inspiración con que me haya favorecido.   

jueves, 23 de noviembre de 2023

MI TEORÍA DE LA NOVELA

 

 
 
Una novela es una historia que se cuenta fuera de la ficción poética, aunque no esté exenta de un cierto grado de imaginación en lo que se refiere al planteamiento del contenido y en cuanto a situación y personajes.
 
Una novela puede presentarse como una recreación lírica del autor, pero no por ello ha de estar carente de tema.
 
Novela pastoril
novela de caballería
novela lírica,
novela picaresca,
novela policiaca,
novela autobiográfica,
novela costumbrista
novela histórica
novela del oeste
novela romántica
novela de ciencia-ficción
 
La técnica estilista tampoco ha de ejercer un protagonismo que eclipse el asunto el cual dé sustancia humana al texto.
Ni inmovilismo extático ni acción vertiginosa.
 
A partir de este compromiso con la realidad cada autor reviste a sus criaturas y el entorno de ellas con el estilo que le parece adecuado a los fines que persigue la novela.
 
Riqueza y brillantez no están reñidas con la sequedad y el desnudismo.
 
Dependen esos procedimientos del carácter y el contexto. Todos ellos se pueden dar cita en una novela y su ensamblaje pondrá a prueba la habilidad de un narrador.
 
El realismo como dogma, o sea: la verosimilitud, ha de presidir el texto, sin  que se le vea al autor que quiere meter, a modo de contrabando,
poesía,
filosofía,
ciencia
periodismo,
sexo
y frivolidades en esa novela.  
 
La tesis de Erothya es un conjunto de XV capítulos en los que la protagonista recuerda aspectos de su vida en la miseria y la prostitución y en su monólogo interior lucha contra la cosmovisión trascendente y religiosa que tiene su marido, pero finge aceptarlo por amor a él y agradecimiento por haberla sacado del prostíbulo. Su oposición mental es su tesis, tesis que quedará sin escribir, aunque ella tiene deseos de escribirla e incluso parece que pergeña algunos párrafos, si bien considera que el lenguaje poético la lleva demasiado lejos en el empleo de la metáfora.
 
 
CARACTERES
 
Lo más valioso es dibujar en la novela son los caracteres de los personajes, la coherencia de individuos y nivel cultural, intenciones del autor de retratar
una época,
un ambiente,
una familia,
un personaje en especial.
 
A través de todo esto, el autor ha de revelar lo que él piensa de la realidad y la condición humana en todo su complejo y versátil muestrario. Mientras que la poesía es subjetiva, la novela es objetiva. La poesía idealiza y la novela “realiza”.
Es la democracia en la literatura. Es el otro polo del planeta del hombre, es decir: lo real por oposición a lo idealizado.
 
La novela surge con el auge de una nueva clase social: la burguesía, una clase que nada tiene que ver con la aristocracia, inspiradora de la épica ni con el clero, fuente del sentimiento religioso y la mística.
 
 De ahí que su motivación sea la de expresar cómo es la forma de pensar y sentir esa nueva clase de gentes que nada tienen que ver con las exquisiteces de un estrato social superior y que, por lo contrario, se ha de ganar la vida por sus propias manos en lucha contra las dificultades que entraña un oficio de mercader,
de tejedor,
de agricultor,
de zapatero,
de constructor,
de cochero,
de administrativo,
de criado de unos señores,
de médico,
de soldado raso y tal vez mercenario…
 
Oficios, recuérdese, denostados por la clase aristocrática.
 
En fin, un trasunto de las vivencias humanas a nivel de las necesidades básicas de lo que significa vivir en un orbe amenazado por los imprevistos de las circunstancias.
 
 Tomando una comparación del cuerpo humano, una novela ha de tener una columna vertebral como tema central y las costillas son elementos que complementan su cuerpo narrativo.
 
En La tesis de Erothya los caracteres de los personajes: Erothya, su marido y la gente que los visita, están definidos de manera que se procura la mayor coherencia. Cada uno dice lo que es, aunque Erothya, como se dijo antes, calla por prudencia y amor a su marido lo que ella piensa de la vida: ateísmo frente a fe y el carpe diem frente a la mesura de su esposo, así como una visión pesimista de la condición humana.

 
 ESTILO
 
En cuanto al estilo, el registro es de suma importancia: ahí se ve el dominio de la escritura que tiene el autor, en la que no deben faltar las metáforas, las comparaciones y la sinestesia, cuando sean oportunas; también, y con más presencia, la ironía, la antítesis, la paradoja, el humor…, por poner algunas figuras retóricas, que no son las únicas tampoco.  Habría que huir del lenguaje plano que aburre al lector por lo que tiene de previsto y manido, si los personajes requieren ese registro.
 
Sin embargo, en cuanto a la carpintería narrativa, hay oraciones gramaticales que parecen plagios de otras que carecen de originalidad, si bien este plagio es inconsciente y, además, inevitable en algunos casos por lo que tienen de elemental en la descripción y en la misma narración.
 
En la novela La tesis de Erothya, Erothya detesta la literatura poco autoexigente que se expresa sin brillantez. Ella invoca la metáfora, después de leer un libro que la anima a ello, y cree que lo que se escribe sin originalidad es un plagio inconsciente de estructuras gramaticales de lo leído  por el autor en otros libros .
 
El autor de esta novela ha procurado que la protagonista, Erothya, esté facultada, más por su entusiasmo que por su preparación, para hablar como habla.
 
SIMBOLISMOS
Se llama simbolismo a un tema recurrente en un autor y que ello lo caracteriza convirtiéndose en un dato con valor universal.
 En la novela moderna los simbolismos hacen acto de presencia. Por ejemplo; la magdalena del desayuno de Proust como reviviscencia del pasado, el bicho raro en la metamorfosis de Kafka como el papel de lo absurdo en nuesta vida; también el Ulises de Jame Joyce como la complejidad en que se nos convierte la vida moderna, el psicoanálisis de Freud como valor del subconsciente y el inconsciente en la conducta.
 
 En La tesis de Erothya no hay un simbolismo recurrente como no sea hacer un viaje por la costa de la isla de Venus o visitar la isla de Afrodita, ambas para significar el sexo.
 
 
OMNISCIENCIA 
 
Una observación imprescindible está en el papel que juega el narrador. Se ha de evitar que el narrador piense por los protagonistas. Ha de tener un límite en su intervención y actuar solamente como una especie de presentador de situaciones y protagonistas. Él cuida el montaje del escenario donde tiene su contexto lo que se narra.
 En La tesis de Erothya puede haber unos trazos de onmisciencia pero muy, muy pocos. El autor ha procurado que los sentimientos y las ideas de los protagonistas sean pensadas y expresadas por ellos mismos. Creo que es este elemento de la novela el más difícil de mantener como puro. La independencia del narrador es un tema peliagudo. De ahí que algunos autores opten por la narración en primera persona. Así evitan ese roce de personaje y narrador.
 
ELEMENTOS BÁSICOS DE LA NOVELA
 
1–Los caracteres de los personajes.
O sea, expresar la condición de cada uno con sus vicios y defectos. De ello se deduce el registro y cómo en él se refleja la condición humana y la capacidad de su expresión verbal. Recuérdese el  lenguaje de los nobles  y el de los criados en el teatro del Siglo de Oro: El galán, la dama y los criados. El habla y el comportamiento de la nobleza y el habla y el comportamiento de los plebeyos.
Por otra parte, la novela no selecciona, como hace la poesía, las vivencias del individuo, sino que es un todo de lo que acontece en la vida humana, incluida  la vulgaridad. Es el famoso espejo que se pasea a lo largo del camino, que se atribuye al novelista Stendhal. El camino que es la vida toda. Mientras que el poema es un recorte dentro de la página, la novela es la página entera.
 
Personajes: Teoría de Vladimir Propp
-protagonista
-antagonista
-personajes secundarios
-personajes terciarios
-personajes planos frente a personajes de relieve.
 
 2–La separación de personaje y narrador de tal manera que quien narra no piense por quien protagoniza una acción.
Son ellos las que han de pensar por medio del monólogo interior las intimidades de sus pensamientos. Sin que sea un tratado de psicología, una novela es un trasunto de la vida humana y el novelista un notario de lo que acontece en su entorno, pasando ese mensaje por la alquimia de sus recursos verbales para hacerlo atractivo a los lectores. Cada personaje habla según su cultura.
 
Que sea el narrador un simple presentador de los personajes dentro de un determinado escenario. Labor difícil la del narrador, que no se ha de confundir con el protagonista.
He aquí unos cuantos narradores de la novela española del siglo XIX en las que el narrador es en muchos momentos omnisciente.:
Fernán Caballero
Larra
Juan Valera
Pedro Antonio de Alarcón
Luis Coloma
José María de Pereda
Manuel Fernández Caballero
Palacio Valdés
Blasco Ibáñez
 
Ya en La regenta de Clarín se aprecia el monólogo interior.
 
3–El monólogo interior acerca de lo que siente y no dice el protagonista y que nunca debe ser dicho por el narrador.
 
 
¿Qué es  monólogo interior?
 
El monólogo interior es una técnica literaria con la que se reproduce en primera persona los pensamientos de un personaje, tal como brotarían de su conciencia.
 
A finales del siglo XIX, Édouard Dujardin publica Les lauriers sont coupés (Los laureles están cortados), obra con la que para muchos nace la técnica del monólogo interior, la cual se convertiría en una de las bases de la literatura modernista.
Efectivamente, el monólogo interior nació a fines del siglo XIX, fue utilizado por primera vez por Édourd Dujardin en  los laureles del jardín están cortados (1887) y encontró su auge en la primera mitad del siglo XX, con obras tales como el Ulises de Joyce (1922).
 
Dicen las buenas lenguas que fue James Joyce quien inventó esta técnica, pero no es del todo cierto. Lo que sí es innegable es que el Ulises, libro impopular donde los haya en su tiempo para muchos, popularizó entre los escritores el monólogo interior.
En el flujo de la conciencia puede ocurrir que haya un fluir del  pensamiento con incoherencias, asociaciones libres, palabras y frases sin sentido aparente.
 
En España tenemos La regenta y dentro de ella monólogos interiores de Ana Ozores. El escritor y crítico Luis Fonafoux decía que era un plagio de Madame Bovary de Gustavo Flaubert.
En la novela española contemporánea tenemos como ejemplo clásico ya a Martín Santos en Tiempo de silencio con el monólogo interior de Pedro.
 
4–El registro de cada uno según su cultura. En el caso de una exhibición de lenguaje literario subido de metáforas y otras figuras, el autor ha de crear un personaje que justifique ese nivel de expresión.
Haciendo un resumen se podría decir que en la teoría de la novela, a mi parecer, hay dos elementos imprescindibles:
uno es el carácter o caracteres de los protagonistas en los que el realismo (ya se ha dicho que la novela es un compromiso con la realidad) se impone: es la épica de la calle por oposición a la épica cortesana.
El otro requisito imprescindible es el del papel del narrador. El narrador ha de conducir los hechos de la novela, montar su teatro narrativo y nunca pensar por los protagonistas, que han de dar a conocer su idiosincrasia por medio del monólogo interior, además de sus parlamentos.  
 
 
CINCO CONDICIONES DE LA NOVELA  CON REFERENCIAS HISTÓRICAS:
-TEMA VEROSÍMIL, que no incluye:
 
La novela pastoril
La novela de caballería
y la novela lírica, 
 
Y sí:
La novela picaresca,
La novela policiaca,
La novela autobiográfica,
La novela costumbrista
La novela histórica
La novela del oeste
La novela romántica
La novela de ciencia-ficción
 
 
-PROTAGONISTAS CON CARACTERES DEFINIDOS. De los caracteres se deduce el registro del protagonista.
 
 
-CONTEXTO REAL DENTRO DE LA INVENCIÓN. La novela es un compromiso con la realidad fuera del contexto imaginario, sin dejar de ser ficción.
 
-REGISTRO ADECUADO A LA CULTURA O INTELIGENCIA DE LOS PROTAGONISTAS. Ese requisito también entra dentro del realismo, es decir: la realidad como punto de partida y de llegada de una historia, frente a la historia deseada, la historia real. Por eso poesía y novela son dos hermanas que no se llevan bien pero están condenadas a vivir en la misma habitación.
 
 
La poesía mira hacia arriba, a su cielo imaginario, y la novela mira hacia el acontecer del día a dia de la gente.
El contexto de la poesía está en la subjetividad, a veces onírica del poeta, y el contexto de la novela está en la experiencia humana del hombre comprometido con su entorno.
 
 
CONCLUSIÓN.-
 
La novela es un reflejo de la realidad en la que se muestra la condición humana.
Es el realismo frente al idealismo, el hombre que trabaja para ganarse la vida frente al noble que gusta de que un cantor ensalce su  rango heroico o aristocrático.
En esta novela Erothya representa la experiencia a ras de las necesidades más básicas de la vida, su pesimismo ante la condición humana y su anhelo de superación desde las frustraciones de juventud, frente a la cosmovisión intelectual y espiritualista de su marido  así como su ensimismamiento cultural alejado de las vulgaridades  cotidianas.