sábado, 4 de mayo de 2024

REALISMO Y FANTASÍA EN CIEN SONETOS ME MANDA HACER VIOLANTE

 






REALISMO Y FANTASÍA EN CIEN SONETOS ME MANDA HACER VIOLANTE

Ramón Luque Sánchez

Entrelíneas Editores, 2024

141 págs. 1ª edición.

 

Cien sonetos me manda hacer Violante, como dice su título con resonancia a Lope de Vega, contiene una variedad temática en esta estrofa clásica en la que el lector hallará dos cosas: entretenimiento y conocimiento.

El entretenimiento le puede llegar por las andanzas del autor por  la vida. El conocimiento por la psicología que emana de sus versos más profundos en poemas con amistosas dedicatorias.

Desde “Vivir  es alegría”:

(Es alegre vivir, salir al mundo

y notar que algún sol te da en la frente,

sentirse otra estrella diferente,

liviana desazón y yo profundo…),

hasta “El último viaje”:

(He preparado el cuerpo, la maleta

con el traje de novio y la camisa

que estrené por robarte una sonrisa,

también llevo el espíritu de asceta…),

pasando antes por el horaciano, luego ausoniano y garcilaciano “Carpe diem”:

(Disfruta del momento, vive y goza,

trata de ser feliz, forja alianzas,

siembra a tu alrededor paz y bonanza,

que el tiempo no te sea nunca una losa…), hay todo un muestrario de vivencias que le dan al conjunto un toque de biografía espiritual del autor.

Pues bien, dada la diversidad temática, hemos de reparar en sonetos que se unen como costillas a la columna vertebral  para formar un cuerpo que encierra un espíritu sensible y crítico que aletea entre sus versos en todo momento.

Me llaman la atención incidencias cotidianas que pasan desapercibidas para muchos transeúntes, sobre todo para los que van aprisa por las aceras y dejan sus miradas en los escaparates u otros atractivos de la ciudad.

Por ejemplo:

“Has de reconocer que en esta vida”:

(Has de reconocer que en esta vida,

que, juntos ya llevamos, la belleza

ha sido un ideal que con fijeza

hemos buscado ambos. Acogida….).

O bien este otro:

“Aquel vestido rojo me incendiaba”:

(Aquel vestido rojo me incendiaba

con tu cuerpo por dentro dando forma

a pliegues y costuras que eran horma

de un talle de mujer juncal y brava…).

Como un contraste que no nos sorprende y forma parte de nuestros sentimientos tenemos el soneto

“Llama de fe”:

(Esta llama de fe que arde en mi pecho

es símbolo de amor, también de vida,

es inicio de todo y es partida

en busca de Jesús, que anda maltrecho…).

 

Otro soneto de tema religioso es el de “Semana Santa”:

(Un perfume a incienso dolorido

acaricia los rezos fervorosos

que escapan del cofrade virtuoso

cuando mira a su Cristo escarnecido…).

Este soneto forma parte de otros de carácter espiritual

y  ello lo indica  éste del apóstol de los enfermos.

“A San Juan de Dios”:

(La voz de Juan de Dios, tan sensitiva,

me ronda con sospechas, me provoca,

penetra en mí y sale por mi boca

en un canto de amor que es rogativa…).

En lo que refiere a la pandemia recientemente padecida,

tenemos el siguiente soneto: “De China vino un bicho”:

(De China vino un bicho, muy pequeño,

pero con alma y armas de asesino,

llegó con su maleta el muy ladino

para robarnos la verdad y el sueño…).

“Homenaje a los docentes”:

(En los días del virus, los docentes

reinventaron su forma de enseñar,

hicieron una escuela de su hogar,

imprescindibles fueron y eficientes…).

“Concierto con fuga”:

(Presto avanti que empieza ya el concierto,

allegretto oirás la sinfonía,

sé moderato con tanta armonía

que andante andante aprende el inexperto…).

“Mas cine, por favor”:

(Empezó la película de acción

con un valiente y clásico romano,

clámide al viento, arsénico en la mano

y el bárbaro que exige un buen guión…).

“Civitas litterarum”.

(En aqueste lugar tan literario

poblado de eruditos y poetas,

novelistas, cuentistas y exegetas,

que conforman un circo tabernario…).

 

Podríamos poner más ejemplos.

Tenemos otros sonetos en los que  rinde homenaje a Camarón de La Isla, Francisco de Quevedo, Antonio Gala, Miguel Hernández, Antonio Machado, Jesús del gram poder,  San Fernando,  Cádiz, de nuevo a San Fernando en su fecha histórica de 1810, Mengíbar… la tertulia, la escuela, la amistad, la paternidad, el libro, la arroba digital, entre otros menesteres de nuestra andadura por la vida.

No faltan los sonetos amorosos en los que el autor da de sí, creo yo, su mejor inspiración como en “El amor que te profeso”, entre otros, éste:

“Decir a estas alturas que te amo”

A Ernestina Punzano Barneo

Decir a estas alturas que te amo

puede sonar a cursi o a mentira,

y sin embargo siento que respira

mi yo más hondo cuando lo proclamo.

Decirte que eres fe y eres costumbre

y, además, compañera y mi sustento

es arrojar al aire lo que siento

y ahuyentar de mi ser la pesadumbre.

Confieso que eres río y aventura,

eres también rescoldo de osadía

y el lecho donde pierdo la armadura.

Me sigue deslumbrando tu ironía.

Después de tanto tiempo eres albura

y pan y un brindis por la rebeldía.

 

Como dice el prologuista,

“Concienzudamente estructurado nos lleva por los

derroteros de la vida, su vida, en tanto, de tanto, por tanto y

con tanto llena, y que nos comparte.

Así se define Ramón en los tercetos de su poema Yo soy yo.

Se trasciende el autor, y como una proyección se ve y se

considera. Se desnuda”.

 

CONCLUSIÓN

Estos Cien sonetos me manda hacer Violante  es una miscelánea donde la emoción es la brújula y el timonel la experiencia de la vida del autor.  Su registro es realista con un lenguaje que refleja la cotidianeidad con lo diverso de sus circunstancias. y es que Ramón Luque ha conseguido un lenguaje propio en el que deliberadamente huye de todo artificio poético para centrarse en la función comunicativa y emocional del lenguaje. El recuerdo del Fénix para el título del libro coincide con el estilo lejano de los recursos que complican la lectura. En este caso de sobriedad Lope de Vega queda bien servido como una noble evocación del poeta que lo quiere y lo trae a la actualidad y del que toma el título este poemario donde la belleza, la cotidianeidad y un sentimiento de admiración y amor quedan repartidos como testimonio de una mirada de poeta auténtico a cuanto le rodea.


                                                            Juan Rafael Mena








LIBR


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