PARA EL VERSO:
-esticomitia
-metáforas deslumbrantes
-tema trágico
-sorpresa en el cierre
¿LENGUAJE POÉTICO VERSUS LENGUAJE
LITERARIO AL USO?
El
estilo poético no puede ser literario, entendiendo por esto un lenguaje
literario de narración o de poesía lastrada. Ha de ser artístico con artificios
que lo presenten como un rodeo, una sugerencia que contiene palabras coloristas
con quiebros sintácticos y toques oníricos, que refieran a modo de flashes, intuiciones de otro “mundo”
mentalmente superior.
Lenguaje
poético contra lenguaje literario sin esfuerzo creador en que el poeta refiere sus ideas o sentimientos con estilo
indiferente, más atento al contenido que al hermoseamiento de la palabra,
creyendo que lo que dice es interesante. El estilo no es más que un ejercicio
de transformación del lenguaje
También en el estilo poético lo que se dice es interesante,
ya que sus ideas pretenden ser revelaciones de mundos superiores en los que la protagonista es la inteligencia
jugando con los símbolos, pero el poeta ha de crear cuadros de atractivos
coloristas; aquí los colores sirven de relaje al
pensamiento que piensa por símbolos. Sentidos y conceptos se alían para
fascinar. Un mundo superior
donde domina la contemplación de lo más bello
que hemos vivido en la tierra y esa vivencia nos prepara, como sombra de una realidad transcendente, para otras desconocidas, más dulces y encantadoras, en las
que ya no hay sino paz y
ensueño...¿Es el alto astral próximo al
devacán, según los teósofos, o al Cielo, según los católicos?
Tene idea, verba sequuntur, decían los romanos
Ejemplos:
El poema De Miguel Hernández “Eterna sombra”.
El
poema de V . Aleixandre “Se querían”.
Caronte, dibujo de Gustavo Doré
Estoy frente al Misterio, a sus
orillas.
En la playa, Caronte con su barca.
La gente poco a poco en ella
embarca.
La muerte pone a todos zancadillas.
Lejos la juventud, a cuántas millas.
Ahora la memoria abre su arca.
Sólo me queda ver cerca
Los que amo se lleva ella a
hurtadillas.
Doy a todo el adiós más resignado.
Más de una vez Caronte me ha mirado.
Vuelvo la espalda y amo, hasta me
alegro.
Me daría también mucho consuelo
mirar, colgar los ojos en el Cielo,
pero, amén de cerrado, está muy negro.
Variantes en los tercetos:
Doy a todo el adiós más resignado.
Más de una vez Caronte me ha mirado.
Vuelvo la espalda para ver la vida.
Mas eso no me da ningún consuelo.
Más bien pongo los ojos en el Cielo
y así anima a mi fe la despedida.
Ya editado en varios textos
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