miércoles, 31 de julio de 2019

VIEJAS ANTOLOGÍAS






 

UN SIGLO DE POESÍA

EDITORIAL EL HOGAR Y LA MODA -1926 -


Hace más de cincuenta años, una mañana, a los pies de los escalones del edificio de  Correos de Cádiz, sobre una extensa manta, en uno de los montoncillos de libros a la venta a precios irrisorios de entonces, me encontré con un libro que después para mí fue una delicia. El nombre del librero de estos libros de ocasión  se llamaba Juan Ortega; lo supe en otra ocasión que estuve junto a su puesto efímero en esa popularísima Plaza de las Flores, con el mercado hacia el fondo.

En ese libro conocí a poetas que no figuraban en las antologías más o menos al uso ni en las antologías que presumían de oficiales. Algunos de ellos tan desconocidos que, con el paso de los años y ya con el internet delante en su servicio de búsqueda, no aparecen como existentes en sus épocas respectivas. Al lado de poetas de indiscutible solvencia literaria, están esos otros hermanos menores, o bien pajes que conducen el caballo ricamente enjaezado de los caballeros con sonora nombradía en el palenque de la batalla literaria.

Unos pocos, muy pocos, han sido subidos a Google por una fundación cultural o bien por la delegación de cultura del ayuntamiento del pueblo o ciudad de ese poeta que no conocíamos por su nombre en los libros de Literatura.

¿Cuánto me costó el libro, que carecía de tapas, por cierto?, se preguntará el lector. 
1 peseta con cincuenta céntimos. Hoy se anuncia en internet su venta por 24 euros.

La portada que figura arriba la he encontrado en internet, preciosa para mi gusto.

Esos poetas desconocidos fueron salvados del naufragio de la indiferencia por un antólogo de buena voluntad. Gracias a él hoy vegetan en una isla de poetas que luchan por no desaparecer del todo en la niebla del olvido.

¿PARA QUÉ ESCRIBIR UNA NOVELA? y PROSA MÁGICA




Una novela es una historia que se desarrolla en la realidad del día a día. Una historia de gente tanto de a pie como de personas cultas, adineradas o no. Este protagonismo de las trivialidades de la gente y de su cotidianeidad pudiese haber surgido como una oposición a la poesía aristocrática, épica en principio y luego de rasgos líricos juntamente con el advenimiento de la burguesía. Dejémoslo en una explicación ligera y aproximada.

En ella se especula sobre la condición humana: sus defectos y valores. ¿De qué parte se pone el autor?

 A la larga, la novela puede llegar a ser novela de tesis; o sea, que se llega a una conclusión. También se puede dejar en tablas.

Ahora bien, en la novela se dibujan caracteres, lugares para situar histórica y socialmente al lector.

La trama es un conflicto sacado de la realidad, nunca producto de la imaginación de un poeta en su torre de marfil, aunque no hemos de rechazar la novela lírica, pero la esencia de la novela será siempre el triunfo  de la experiencia sobre la fantasía, si tomamos El Quijote como punto de partida de la novela moderna. El novelista se propone desnudar de prejuicios a sus protagonistas y los presenta como son humanamente. El espíritu burgués contra el espíritu épico. La realidad con sus minucias cotidianas contra el ideal con sus ansias de proezas. Antes que en Cervantes, tenemos cómo luchan en La Celestina las dos clases sociales: la de Calixto y Melibea y la de Celestina y sus prostitutas. No se olvide que estamos en la baja edad media, de la que Johan Huizinga nos da abundante información en su famosa obra, en la que observamos la descomposición de una clase y el auge de otra. 

¿Debe tener argumento una novela? ¿Se puede escribir una novela donde no haya acción y todo sea un discurso reflexivo desde una posición inmóvil en la acción y en las ideas?

A estas preguntas solamente puede darles respuesta un auténtico narrador. Ahora bien, el tema y el estilo pueden atraer por igual o separadamente a los lectores. Yo me limito a decir que el éxito. pues, está en esa atracción que hace a una novela estar en el candelero de la popularidad mucho tiempo.

Por otra parte, diríamos que la literatura es el arte de seducir con la palabra y convencer con el tema.



Si el lector me permite unas  sugerencias, que no enseñanzas magistrales, puedo añadir los siguientes principios que el autor de estas líneas ha intentado tener en cuenta, aunque quizá no siempre lo ha conseguido:



1) Párrafo no muy largo. Evitar párrafos enrevesados.
2) Huir de la frase redicha.
3) Incluir alguna comparación o metáfora. También la sinestesia para sensorializar.
lo abstracto. Frases que suenen, sin pretensiones filosóficas, a aforismo.
4) Evitar rimas.






PROSA MÁGICA

Todos hemos leído textos literarios que apenas nos entusiasman. Novelas y relatos que no nos sorprenden y sólo nos agarran con la curiosidad del tema. Hay lectores que se contentan con ese estilo y no piden más, Alimentan un rato de entretenimiento y ya está, pero hay otros lectores que buscan emociones motivadas por la prosa enriquecida con metáforas, símiles, sinestesias, quiebros en la sintaxis, relámpagos surrealistas y algún que otro aforismo, disimulado para no incurrir en pretensiones filosóficas.

Si adelgazamos la prosa la podemos convertir en greguería o poesía plateresca, incluso en jitanjáfora para jugar con las palabras, lejos de cualquier propósito de comunicación.
 Ahora bien, este ejercicio es una alambicamiento del lenguaje, un producto de laboratorio gramatical que en muchas ocasiones destripa el tema y lo hace a éste un pretexto estilístico. ¿Un equilibrio, pues, entre lo temático y lo elocutivo?


He aquí un texto sencillo de Zalacaín el aventurero de Pío Baroja. Con sencillo quiero decir que no recurre a artificios sino que su prosa fluye sujeta a las intenciones del autor, apreciado por Ortega y Gasset, que le dedicó comentarios a textos del novelista vasco en un tomo de El espectador


“Hay hombres para quienes la vida es de una facilidad extraordinaria. Son algo así como una esfera que rueda por un plano inclinado, sin tropiezo, sin dificultad alguna.
¿Es talento, es instinto o es suerte? Los propios interesados aseguran ser instinto o talento; sus enemigos dicen casualidad, suerte, y esto es más probable que lo otro, porque hay hombres excelentemente dispuestos para la vida, inteligentes, enérgicos, fuertes y que, sin embargo, no hacen más que detenerse y tropezar en todo.
Un proverbio vasco dice: «El buen valor asusta a la mala suerte». Y esto es verdad a veces..., cuando se tiene buena suerte.
Zalacaín era afortunado; todo lo que intentaba lo llevaba bien. Negocios, contrabando, amores, juego... Su ocupación principal era el comercio de caballos y de mulas, que compraba en Dax y pasaba de contrabando por los Alduides o por Roncesvalles.
Tenía como socio a Capistun el Americano, hombre inteligentísimo, ya de edad, a quien todo el mundo llamaba el Americano, aunque se sabía que era gascón. Su mote procedía de haber vivido en América mucho tiempo”.

Ahora vemos un texto de Platero y yo de Juan Ramón Jiménez, a quien Ortega y Gasset tenía en gran estima también. El texto, colorista y de espíritu contemplativo, es todo un espécimen del Modernismo. Pongamos atención a sus adjetivos a favor de la metáfora.

 Ahí está el ocaso, todo empurpurado, herido por sus propios cristales, que le hacen sangre por doquiera. A su esplendor, el pinar verde se agria, vagamente enrojecido; y las hierbas y las florecillas, encendidas y transparentes, embalsaman el instante sereno de una esencia mojada, penetrante y luminosa.
(…) Platero, granas de ocaso sus ojos negros, se va, manso, a un charquero de aguas de carmín, de rosa, de violeta; hunde suavemente su boca en los espejos, que parece que se hacen líquidos al tocarlos él; y hay por su enorme garganta como un pasar profuso de umbrías aguas de sangre”.


UN VERSO ORIENTATIVO







Siempre se ha asociado la poesía con gente de una sensibilidad más o menos exquisita. Tal vez esa identificación tenga mucho de marchamo romántico.

Se dice que los poetas sueñan con un mundo mejor, tanto en el planeta Tierra como en otras dimensiones aún desconocidas.

En todo caso, el poeta ha sido tomado como un guía para ahondar en la mina del corazón y extraer los filones más preciosos de los valores humanos.

Ha habido poetas que han pasado desapercibidos en su vida y han tenido que estar a la espera de que algún investigador curioso saque a flote del naufragio de la indiferencia su obra. Tenemos el caso del escritor Juan  Manuel de Prada, que se interesó por Armando Buscarini. Remito al lector interesado en saber quién fue este poeta a internet.

Hay un poema del poeta logroñés que contiene un verso que a mí me llamó la atención y que no he dejado escapar en el aluvión de lo mucho que se lee y se precipita por la turbia desembocadura del olvido.

Este verso es:


“…los hombres de alma ruin que nunca sueñan…






Soñar que significa ir por la vida con un ideal de ampliar la llanura del espíritu, enriquecerse de ideas y palabras descontaminadas de fealdad rutinaria con manchas de intereses mercantilistas.

Agradezcamos al  escritor, crítico literario y articulista español Juan Manuel de Prada que hoy podamos leer a un poeta que, si nos puede parecer retrospectivo, tiene mucho de machadiano (Antonio), por aquello de que  “Converso con el hombre que siempre va conmigo./ Quien habla solo espera hablar a Dios un día”.

Quiero decir que tiene mucho de autenticidad, que es lo que vale de lo que dice el poeta. Lo demás son modas pasajeras que atraen, como las trampas a los pajarillos, a los poetas dispuestos a ganar renombre. Lo demás, como diría Verlaine, es Literatura, en el peor de los sentidos.



Poema de Armando BuScarini



A una clara avenida, con frondoso arbolado/darán mañana el nombre de quien tanto luchó./Mi corazón entonces se hallará agusanado/En el estrecho nicho que la piqueta abrió./En un bello crepúsculo, tranquilo y perfumado/resonarán canciones que no escucharé yo./El amor de los niños habrá purificado/la memoria de un hombre que por amar, pecó./¡Avenida soleada de un futuro lejano!/¡En mis sueños te veo surgir esplendorosa!/¡Tú has de ser en las noches cálidas de verano/vía abierta a la dulce confidencia amorosa,/cuando crucen los novios cogidos de la mano/y se alejen las almas un poco de la prosa...! ('Avenida Armando buscarini'. El rufián, 1928)



 




HACIA UNA POESÍA FUTURA



La metáfora es lo que distingue al verdadero poeta.


                                                                       Aristóteles



La metáfora crea otros nombres a partir del que sirve de referencia real. Se hace por analogía y se logra independientemente de la llamada imagen irracional, que compara con talante arbitrario sin que haya una relación entre lo comparado y lo comparable. Es pura subjetividad que da paso a una especie de pata a la llana de la expresión verbal, que tampoco tiene que ver con la glosolalia del dadaísmo.



La metáfora crea un mundo al lado de otro. El real queda eclipsado por el imaginado, que se considera nuevo frente al otro, el viejo, ya visto y pensado por el lector como una visión manida.



Otro recurso es la sinestesia: interpretar el mundo abstracto con el sensorial dándoles matices que los presenta como nuevos.

Un tercer recurso es la novedad semántica (¿deconstrucción semántica, literariamente hablando?), consistente en unir palabras cuya presentación no recuerde otra ya lastrada y, por lo contrario, despierte una sensación de lectura nueva.



No me resisto a citar la famosa elegía de Miguel Hernández a García Lorca como un ejemplo de idiolecto poético que conmueve a todo lector que desee leer una poesía con frescura en su lenguaje literario. Creo con toda convicción que esto es escribir poesía después de la poesía a que estamos acostumbrados, poesía que pretende comunicar, ya lastrada y desgastada en su semántica empobrecida por del predominio del significado sobre el significante.



Sé muy bien que hay quienes dicen que cada uno tiene “su estilo”, pero la verdad es que el verdadero estilo es el que no se parece a nadie y sorprende y reforma el lenguaje literario marcando un “territorio” de propiedad estilística; lo demás es repetir lo ya dicho por otros poetas o lo que se cree “rompedor” y no es más que un aborto de poema.



La poesía futura, pues, será la que no tiene deudas con el pasado pero que también ha sido capaz de poner las estructuras clásicas al día liberando al lenguaje de frases redichas y de su contrario: los versos —los renglones— falsamente rompedores. Pongo por ejemplo el poema de Miguel Hernández “Eterna sombra”, rigurosamente clásico y modernísimo en su expresión. ¡A ver quién da más!



Es necesario leer para todo poeta que tenga ambiciones de originalidad, fuera del disparate azaroso, la obra del Vixtor Shklovski El arte como artificio. Esta teoría literaria nos viene a decir que la innovación poética no está en el versolibrismo ni en la imagen irracionalista y arbitraria o de buen tuntún, sino en crear un texto que parezca nuevo y no desgastado por las imágenes y el discurso ya previsto y falto de emoción.

Miguel Hernández, sin saberlo él, cumplió con las indicaciones que dio el estilista ruso. De su poesía, más perenne que el bronce, en el decir del poeta latino Horacio, queda su obra, fuente para toda sed de renovación del idiolecto poético de cada uno. Como diría Verlaine, lo demás es literatura; o sea, escritura ya descolorida, quiso decir, más o menos, el poeta francés.  Pero concluyamos con otra frase de otro escritor galo, Marcel Proust: “La metáfora pone un sello de eternidad al estilo”.
     
                                                      



ARENA Y CAL, enero 2017, número 244

y  EL FASCINANTE Y PERVERSO PODER DE LA PALABRA (2011)









PIEL EN SUBASTA...





              

                                 PIEL EN SUBASTA

       (HISTORIA DE UNA PROSTITUTA QUE TUVO UN FIN FELIZ)

         

Antes de poner cerca yo a tus solos ejidos, 

curioso merodeo de tus inmediaciones,

feria de los perfumes coreando a tu rimmel,

vapor como sahumerio del aseo de urgencia,
propiedad sin vallado, demarcación baldía,
periferia en que gozan sensoriales viajeros,
fuiste campo a través de todas las pasiones,
anchuroso derrubio donde el viento revuelve
los cascotes y el polvo que lloran otros días
mejores en que fueron fachada deslumbrante,
siempre el amor rondando tus oscuros suburbios,
cuneta de descanso para los peregrinos,
emoción tan manida como prefabricada,
guiño cuyo destello esconde una tormenta,
jarrón roto al que huye habitarlo una flor,
güisqui donde un lamento desganado agoniza
bajo la enana luz de un locuaz cigarrillo,
bengala de alegría que se pierde en la noche
apagada con rúbrica de instantáneo espejismo,
y quedan cicatrices de una oculta tristeza
que maquilla el carmín de forzadas sonrisas,
cortesana sin atrio de venal palacete,
Friné venida a menos por la erosión del uso,
revés de ingenuo verso para quienes desprecian
en su boca el candor de unas tiernas palabras,
cuando, en verdad, debajo de su rictus servil
se desgarra un poema de fangosa ternura.

Para ti no hay metáforas que tu encanto recubran,
palabras para esposas al filo de almohadas,
susurros al oído colgando unos pendientes
de amor que brillan más que si fuesen de oro,
ornamento, ataujía de manos primorosas,
sino la garra muda de un buitre pasajero
que extiende tu colonia cual velo de perfume
como la yerbabuena con su aroma redime
la cocina que muerden agresivos olores ,
pujante animadora de una juerga estallante
para que no se oiga bramar tu mar de llanto
mordido por tus dientes que desgarran dobleces
y trituran con rabia hipócritas decencias,
humo de escepticismo que ahoga a los sinceros,
fonda húmeda para transeúntes con prisa,
apeadero brevísimo para turbios jinetes,
reverso de inocencia donde hinca sus dientes
la realidad del día desprovista de máscaras
evocando, a lo lejos, su virginal diamante
perdido en socavones de un brumoso naufragio,
pomo sucio de puerta de las curiosidades,
fogata en el camino para los nocherniegos,
hucha para limosna de una artera caricia,
prenda de tenderete tan sobada por manos,
que nadie se la lleva y la arrumba el desorden;
pecera en que se teme la mentira nos muerda,
incluso cuando llora la verdad malherida,
incluso cuando canta la emoción maquillada;
guitarra solamente para estruendo de fiesta
donde la borrachera vomita sus historias,
copa donde bebían anónimos los labios,
desencanto que oculta el humo de un canuto,
lodazal donde gime el honor desvaído,
zarza de mala suerte que sangra maldiciones,
                     tierra de amor sedienta condenada a sequía,
manzano donde todos arrancaban su poma
y al olvido tiraban la entristecida piel,
tentempié que golpean unas manazas ebrias
si el placer que promete es cauce entorpecido,
opacidad que nubla comprometidas arras,
libro negro que cela los prohibidos renglones,
                     cara oculta y doliente de una luna que ríe,
disimulado asco del condón maloliente,
columna de nupcial promesa derribada,
barca que nunca acaba de cumplir su deriva,
mercancía en que llora en su envés las monedas,
nombre con resonancia y praxis de utensilio,
yermo interior cercado de oscuras soledades,
corazón que la gente vacío se imagina
pero está a reventar de secretos oscuros,
de historias de una infancia de cruel zarandeo,
púas en el recuerdo de momentos hirientes,
                     de un hogar en que puso el desamor sus manos
deformadas, tiznadas del hambre y sus miserias
y una guerra de bocas, tempestades de insultos.


                      Mas hoy eres almena de guardia de tu casa,
desplegado velamen para que el viento empuje
en la mar de la calle proclamando tu rumbo,
proclamando en las tiendas, en las plazas, los cines
que tú eres el revés de aquella que te hicieron
dedos modeladores de oscuros infortunios,
brújula que sonríe porque sabe su norte,
marinero en la cofa que ya tierra ha avistado
para hincar en la playa tu pendón de pareja,
palo mayor del barco que os llevará a ese puerto
de los cordajes mutuos, de las velas recíprocas
donde echaréis el ancla de la felicidad.

Finalista en el Premio de Poesía “Antonia Pérez Alegre” 2006 
(Madrid) recogido en el volumen de ese año.


                
ORACIÓN NO FÚNEBRE PARA UN CUERPO DESAHABITADO

          


              Desocupas tu cuerpo de consum
                    dejándolo al olvido de un andén
de los muchos silencios de la vida,
tú, que hiciste un mercado de tus ojos,
feria con los racimos de tus senos,
del pubis la diana de apetitos
y de tu cama, yunta de trabajo,
un breve paraíso de alquiler.
           

Llevabas como un terco palimpsesto  
el recuerdo sangrándote de infancia
violada en un rincón de turbulencia
por manos como garfios endulzados
bajo un señuelo, fronda del engaño.


    
Asumiste con férula de sino
el pasado tal como una divisa
en el cuello mortal de tu memoria,
y enarbolaste a un viento de infortunio
la sonrisa con miel profesional
y palabras marcadas por el uso
con disimulo de un hedor de penas,
el abrazo de elástica costumbre,
la exhibición artera de un tesoro
que iba expoliando el azadón del tiempo,
modesta fonda de aire provinciano
para viajeros de pasión con prisa,
peregrinos por rutas de su hastío,
tratantes de manidas circunstancias,
sedientos de algún ocio pasajero
que abrevan en tus aguas de miseria
un sorbo de volátiles respiros
que escupen luego, ahítos de desidia
(menos yo, que dejé sobre tu tedio,
además del billete, unas palabras
que te dieron calor por un instante,
que tu quisiste retener con ruegos
en el mudo pretil de tu mirada).

El humo del tabaco fue aureola
a tu heroísmo de engarzar clientes,
y la copa, el fervor del incensario,
mientras pensabas en tu hijo, puente
para salvar los ríos del suicidio,
heroína en desvanes de epopeya,
mártir de un santoral sin bendiciones.
              carne para el festejo de un momento
desahuciada de un techo de ilusiones...



Hoy, que no vives en tu cuerpo y yerras
por cielos de una ausencia indiferente,
dejas la huella de un revés que sólo
se entiende entre los pliegues no estudiados
todavía de Vidas ejemplares.




        Premio Juan Ortiz del Barco del Círculo de Artes y Oficios de San Fernando -Cádiz-, editado en cuaderno (2009)

 

 

                               

                   

POESÍA DE VANGUARDIA



  LLUVIA GENEROSA


Carcajada de nubes
crótalos de las aguas
metralla de abalorios
galopes de corrientes
telar de hilos acuosos

que es criba de terrones
que es gozo en la sequía
que es fiesta en los sembrados
que es sangre de barbechos
que es ubre de las vegas

para paz del labriego
para preñar los campos
para alzar la cosecha
para amansar el hambre
para encender la vida

Riña de nubarrones
que acuchilla la greda
para cráter de frutos.

                            

                                 OFRENDA

L  o  s   d   i   f  u  n   t   o   s

               d

            
e  n  c  i  e  n  e   n

l
e i
d        l
n              l
a                   a
c                      s
e  n  l a  m e m o  r  i  a

d e l o s v i v o s




GRAMÁTICA EBRIA   (jitanjáfora)




Palangras que recogen peces del pensamienso
Vosorras no seréis como vuestras hermazos
oxidajas que estáis por un consumo abadas
ramesas del ahora torpas publiciteras
sólo merecemaras de un asilo puédotico
otras catas de citas donde rasas rampáis
por un renacimienco que os laven la lenguato
falabras maretripas inmundas ninfolices



De POESÍA, FILÓN DE LA PALABRA
(EDITORIAL FANES, 2017)