sábado, 11 de abril de 2015

ARTÍCULOS LITERARIOS:FRASES PARA EL ESTILO




                                          FRASES PARA EL ESTILO



                                         (Brevísimo recordatorio de urgencia)

  

 Veamos unas frases que nos pueden hacer pensar sobre el estilo poético.

 Aristóteles se adelantó con esta frase al Formalismo. Vixtor Shklovski podría haberla escrito.

“Dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas, no el copiar su apariencia”.



  Significa que hay que presentar el verso como si fuera su lectura nueva a los ojos del lector. Lo contrario sería redundar en la frase hecha, o sea la sintaxis consabida sin ninguna sorpresa; una escritura realista a favor exclusivamente del significado, como si ése trajese una novedad en el discurso.




      Oigamos a Ortega y Gasset.

“El arte busca lo insólito, lo que rompe la costumbre, por eso es incómodo. La poesía no es, ni puede ser, una ocupación habitual”. (OC, VI, 249).



 Ortega y Gasset no era un improvisador en la Estilística. Léase su obra La deshumanización del arte. En ella el filósofo nos da unas razones de por qué ha aparecido el arte nuevo.





Ahora pasemos a un pintor que demostró un alto nivel artístico en su primera etapa pictórica, antes de pasar al cubismo. Se trata de Picasso.



“Yo hago lo imposible, porque lo posible lo hace cualquiera”.



Si nos ponemos a leer poesía de cualquier tendencia contemporánea a partir de la poesía de postguerra, nos encontramos con que solamente el Postismo de Chicharro y Ory se preocuparon de rejuvenecer el alma del texto poético; amén de otros poetas que secundaron esta aventura de nuevos rumbos poéticos, como señala Florencio Martínez Ruiz, tal como Cirlot y otros poetas afines a la añoranza surrealista. También, aunque con otras intenciones, concretamente estéticas,  lo hicieron los poetas del Grupo Cántico de Córdoba: Molina, Baena...



Los poetas Novísimos fueron conscientes del desgaste del lenguaje poético heredado de las dos generaciones anteriores, así como de la inviabilidad de la poesía como significado trascendente y social, pero, salvo poquísimas excepciones, optaron por cambiar la indumentaria al cuerpo poético y revestirlo de mitos contemporáneos.



Los llamados Postnovísimos decidieron ennoblecer su escritura con el retorno a un cierto neoformalismo, pero su lenguaje seguía siendo contenidista y deudor del pasado, aunque en algunos casos, lejos de la exigencia ultraísta del valor de la metáfora y de la desautomatización de Vixtor Shklovski, han dado pinceladas de poesía “fin de siglo”, que recuerdan a poetas del estilo de Fernando Fortún (1894-1914) y al Juan Ramón de violáceos versos alejandrinos; eso sí, con  la contemporaneidad como atrezzo de relleno.



  Así, pues, ninguna de las tentativas mencionadas oyeron la voz de Oscar Wilde:

"El placer superior en literatura es  realizar lo que no existe".



 Ahora oigamos lo que dice Marcel Proust: "Sólo la metáfora puede dar una suerte de eternidad al estilo".                                                                                        
       



 Tal vez eso sería demasiado pedir y la poesía, en cualquiera de sus afluentes, sigue trayendo un agua ya conocida que pugna por pasar en la corriente hacia la desembocadura de la confusión impersonal. Oleadas de poemas que no tienen en cuenta la frase de Jean Carlos Duque de Franco: 



"La primera condición de la poesía es que sea sorprendente". 





Los poetas que no son capaces de renovar lingüísticamente su “cobertura” para hacerla fermosa, como diría el Marqués de Santillana, optan por el tema, el triunfo absoluto del significado, o sea, tener algo que decir, como si descubriesen el Mediterráneo del amor, de los recuerdos, de  la melancolía o de las evocaciones de viajes.





No han leído lo que escribió el que se parapetaba bajo el seudónimo de Homo Sum (Frases, Austral, 319):         



"En arte no es suficiente la sinceridad".


Sin embargo, hemos de aplaudir todo poema que, aunque contenidista al cien por cien, esté escrito con  dignidad sin que le preocupe el aviso de las propuestas anteriormente expuestas. Si la "fermosa  cobertura" nos deleita con su buen oficio, también es poesía. El autor de este artículo vuelve de vez en cuando a revolver el arcón de los viejos y amados clásicos.







Este artículo, como todos los que figuran en este blog, pueden leerse también en la web Arena y Cal. También han sido editados en varios cuadernos de artículos literarios.    
                

   




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