sábado, 31 de marzo de 2018

ARTÍCULOS LITERARIOS: LA BIBLIOTECA MUNICIPAL Y CASA DE LA CULTURA DE SAN FERNANDO (CÁDIZ)

ARTÍCULOS  PUBLICADOS EN EL SEMANARIO "MIRADOR DE SAN FERNANDO"  (1973-1988) Y EN EL DIARIO "SAN FERNANDO INFORMACIÓN" (1991-2006)

 

UN LUGAR PARA LEER
(Con motivo de la inauguración de la Biblioteca
Pública Municipal)

Piénsese lo que se quiera de la cultura; ella es un medio nada más, un medio que a cierta altura le cuesta muy cara al estudiante, pero es también una promesa de cimentación de la personalidad.
Sin embargo, a medida que pasa el tiempo se incrementa el caudal de la cultura merced a los acontecimientos que acaecen, nuevos descubrimientos que simplifican las formas de vida y enriquecen la técnica y la ciencia, nuevas creaciones que hacen más extenso el campo de la psicología y el arte.

Si retrocedemos en la Historia, nos encontramos con que los pueblos invasores han adoptado los sistemas de cultura y conocimiento de los vencidos, y no por afán de saber, sino porque es una forma de dominar la realidad y conocerse mejor el hombre.
Cuando se habla de lecturas, de libros en masa, se piensa en una biblioteca, en una librería. ¿Es una biblioteca un sitio ideal para leer? Indudablemente me estoy refiriendo a una biblioteca pública. ¿Qué ventaja proporciona leer en una biblioteca? En ellas -pensarán algunos- el saber está amontonado, colectivizado, bizantinizado en los estantes, algo así como un museo de variedades tipográficas, nombres y títulos de obras.
El ambiente tranquilo, limpio y silencioso de una biblioteca invita a sentarse y tomar un libro, hojearlo y detenerse en una página que atraiga la mirada y le incite los tentáculos espirituales de la curiosidad. Se despierta la gula de la lectura, un pecado que sólo se perdona con leer un libro que entretenga o enseñe. En la lectura nos encontramos a nosotros mismos, nos entendemos mejor en ese acercamiento a nuestra intimidad, en esa interpretación de nuestro gusto y de nuestra capacidad de entender lo que nos decanta el libro como desafío bienhechor.

Todas esas condiciones favorables y esos resultados positivos se pueden dar -se darán, habría que afirmar- en la nueva biblioteca que se está organizando actualmente y que en su día abrirá las puertas para que el aficionado a la lectura prodigue su interés hacia ese mundo callado que espera siempre a quienes necesitan o desean establecer con los libros unos lazos de amistad que nunca sufrirán del enojo de la traición. Creará esta nueva biblioteca hábitos fecundos de esparcimiento e información. Los jóvenes, sobre todo, tienen a su alcance un rico filón de conocimientos que les hará hombres y mujeres más valiosos y útiles. Pero más que nada, y eso es lo más importante, más felices.

"MIRADOR DE SAN FERNANDO", junio de l973


 



25 AÑOS DESPUÉS

Veinticinco años después de escrito el artículo anterior, tengo la alegría de celebrar, como un feliz añadido a lo dicho arriba, esta efemérides auténtica: la vigencia de una biblioteca que ha sido consultada por tantos isleños, sobre todo niños y jóvenes.

Es cierto que las autoridades municipales han de velar por la formación de los ciudadanos. Pero en este caso, además de las convocatorias para premiar novela y poesía, así como su interés en difundir programas culturales por los barrios de la Isla de San Fernando, la Delegación competente ha tenido un cariño innegable por esa biblioteca. Sabe muy bien que tanto ella como el salón de actos y la sala de exposiciones son señas ya incardinadas en las almas de muchísimos isleños. Recuerdo que en sus primeros tiempos, con ese pesimismo que en nuestra tierra se ha calificado todo de apático, no se miraba a esta institución con augurios de porvenir. Han sido los años y quienes la han mantenido laboriosa y bullidora los que han hecho posible y tangible esta maravillosa y prometedora realidad, de la que no sería conveniente prescindir.

En el artículo anterior, publicado con motivo de su apertura, quizá con un entusiasmado humanismo de juventud, acerca de las posibilidades de que disponía entonces el lector. Hoy, veinticinco años después, quisiera repetir algunas de aquellas líneas. Quisiera repetirlas porque estoy convencido de que la cultura libera; que una ciudad, aparte de sus fiestas populares, ha de enriquecerse para que la cultura le dé más recursos humanos y sea más solidaria, más exigente en los planteamientos de su desarrollo y más feliz. En efecto, la cultura nos libera de nuestras vulgaridades, de nuestra ignorancia y de los fantasmas del pasado; en nuestro caso, unos viejos fantasmas que, recelosos en la ultratumba, tal vez aprendan de nosotros el arte difícil de la convivencia.

"San Fernando Información", junio de l998


 



LA BIBLIOTECA DE LA CALLE GRAVINA DE SAN FERNANDO (CÁDIZ)



El 31 de mayo hizo treinta años que se inauguró el Centro Cultural. con la biblioteca aneja a sus dependencias, construido donde estuvo el Colegio de los Moros. Se abrió al público el lunes 4 de junio de 1973. Ciertamente fue la biblioteca la que puso en movimiento esta entidad cultural. Ya, desde su primeros días, la asistencia de público era masiva y no solamente esa concurrencia la componía niños y jóvenes, sino también hombres y mujeres que se interesaron por su fondo de lecturas; rápidamente, como un virus de entusiasmo, proliferaron los carnés tanto de lectores en sala como a domicilio; gentes que no se acostumbraban a leer y pasaban por la puerta, al enterarse de la novedad de la nueva institución, bajaban tímidamente y cruzaban el dintel de la biblioteca con vacilación y no poco asombro, con una lenta mirada curiosa, y acababan su informal visita con una larga sonrisa de pláceme afirmador, deseando mucho éxito al recién nacido organismo. Pero las actividades por la que empezó a popularizarse como Casa de la Cultura no concluían en la biblioteca (con cuya labor estaba ya justificaba la existencia del inmueble), sino que a partir de entonces los asuntos culturales y sociales se sucedían casi diariamente en su salón de actos, así como las exposiciones de arte, sobre todo de pintura, que se montaban de continuo en el vestíbulo.

Naturalmente la Casa de la Cultura no funcionaba por medio de un robot japonés; la Casa de la Cultura estaba en manos de un hombre muy conocido en La Isla, al que se le reconocía no pocos desvelos por la cultura isleña; la Casa de la Cultura, en todos sus accesorios, estaba confiada a la dirección de Pepe González Barba, y aquella dirección era más bien cariño, dedicación minuciosa y detallista. Él puso los letreros a las dependencias, diseñó los indicadores para sustituir el vacío que dejaba el libro requerido en la amplia sala de lectura; incrementó el patrimonio de libros con adquisiciones a costa del presupuesto de aquellos días zarandeados por la crisis del petróleo.
Decir la Casa de la Cultura era aludir, nombrar, conocer a Pepe González Barba; nunca hizo de regente de la entidad con aparato y distancia; todo lo contrario: desde los conserjes con uniforme y unción municipalesca, pasando por los trabajadores del ayuntamiento que venían a llevar a cabo una reparación, sin olvidarme de las jovencitas que cumplían allí lo que entonces era el servicio social femenino, veían en él a un hombre afable y celoso del funcionamiento de la institución. Ni tampoco me olvido de representantes de tertulias y peñas que subían a su despacho, en el que Pepe atendía y dirigía las funciones del patronato ayudado por su secretaria Mari Carmen Pavón. En  fín, todo el mundo veía en Pepe un amigo, un hombre sumamente accesible que dejaba en sus interlocutores una huella de amabilidad y buen hacer.

La inauguración tuvo lugar el día 30 de mayo de 1973, viernes, al mediodía. En la planta de arriba se celebró el nacimiento de este edificio, donde antes estuvo el llamado Colegio de los Moros, como dijimos antes, con un ágape y con la presencia de doña Ernestina Cazenave, su secretaria María Dolores, el alcalde a la sazón Rafael Barceló y algunos funcionarios municipales, Mariló, mi compañera de trabajo, y el guarda-representante de la empresa constructora del edificio, José, además del que esto suscribe.

Después de aquel dos de junio en que el público isleño pisó el suelo de la biblioteca, la utilidad de este centro, noble en su contenido más que en su aspecto continente, ha sido ratificada por la demanda de los concurrentes, de tal manera que su existencia y su necesidad están incardinadas en las almas de los ciudadanos.
Pero esta afortunada criatura que vive entre la calle Gravina y la de Churruca y hoy goza de estupenda y ejemplar juventud, fue un sueño que retaba a las dificultades, un proyecto que dio sus primeros pasos con no pocos balbuceos; por ello mismo, hemos de agradecer a los que la apoyaron en sus comienzos, su confianza contra viento y marea, y honra es recordar como prólogo de aquel alumbramiento a la realidad social a las autoridades que mencionamos antes como propulsores de tan interesante acontecimiento en La Isla de entonces.
Hoy, treinta años después, la rememoración de este hecho cultural en La Isla ha de tener el brillo de una efemérides, un brillo que no se apagará en la memoria ciudadana.

San Fernando Información, 5 de junio de 2003





jueves, 29 de marzo de 2018

RESEÑAS DE LIBROS: EL AÑO QUE BEBÍ DE LAS AGUAS DEL LETEO Y ALMA SIN LICENCIA



    

EL AÑO QUE BEBÍ DE LAS AGUAS DEL LETEO 

Enrique Rojas Guzmán

Fundación Vipren, 2005




 Desde que triunfó el verso libre con el simbolismo, la proliferación de éste ha sido exhaustiva. Y no se ha prodigado sólo porque dé acceso a una poesía libre de trabas métricas, sino porque también favorece la opción de darle a la palabra toda su capacidad de recrear expresivamente sus potencialidades lingüísticas. Ya lo dijo Antonio Machado: “Ni mármol duro ni eterno/, ni música ni pintura/, sino palabra en el tiempo”. Y eso es lo que procura el versolibrismo: darle libertad a la palabra. Enrique Rojas en su libro nos ofrece un feliz maridaje del verso sin correajes silábicos y la expresión tocando el surrealismo en muchos de sus poemas:”Aquella simple risa que parecía de piedra/ se apagó con  la sombra que olía a lluvia transparente/, aquellas noches cerradas que me enseñaron el abecedario de la vida ausente”.

     Editario este poemario por Vipren junto con Molnars, novela breve de Benjamín López Gómez, el lector agradece esta libertad de ideas y vocablos que se juntan para una lectura fluida en la que el poeta nos seduce con su búsqueda de un mundo interior en el que la lógica al uso se extravíe felizmente entre expresiones sorprendentes.



                                           


ALMA SIN LICENCIA

Enrique Rojas Guzmán
editorial Fanes, 2016


Cuando en Francia Jules Laforgue en sus Derniers Vers, Gustave Kahn en sus Chansons d’Amant, Vielé-Griffin, en su libro Joies y en los Estados Unidos Walt Whitman en sus Leaves of Grass ensayaron el verso libre, no imaginaban la multitud de seguidores que tendrían durante el siglo y medio, podríamos decir, que llevamos de historia de esa modalidad versal en la que se expresa el pensamiento sin encorsetarlo en un esquema métrico determinado.

Con prologo del escritor chiclanero Jesús Romero, una dedicatoria a su hija Ana y precedido de citas orientadoras, el poemario, compuesto de dos partes, “Alma sin licencia” y “Trozos” fluye por ese curso fluvial como un torrente de imaginación valiéndose de imágenes que, fiel al espíritu que entraña el título, roza en ocasiones el surrealismo, como en el poemas “Mis ojos”: Mis ojos han visto la muerte ajena,/los hijos mde otros llorando en deseos,/las almas disparadas hurgando/ en las flores./Hoy han visto mis ojos/ penas en vilo/ y crisantemos ocultando llagas […] Mis ojos/ se han inventado gritos de guerra,/agujeros negros,/pecados capitales/y ha eliminado los falsos besos/ que fueron mandamientos…

Sin embargo, por debajo de este río de palabras. late un sentimiento de amor que es lo que pone un denominador común al libro, como en el poema titulado ”Mi casa”: Mi casa tiene dos sonrisas que la bendicen./Tiene un sueño con vistas a un futuro inmediato/ y un lote de libros con páginas deshechas./ “Tiene ilusiones para que juegue una niña/y mil besos cambiados por caprichos./Mi casa tiene un vestido blanco rodeándome la vida,/un rincón lleno de versos /una ama llena de sueños/ y una fe distinta a la mía colgando por las paredes./Tiene mi casa un reloj de arena, que maneja mi suerte/y un álbum de recuerdos más o menos olvidados…

A pesar de su verso libre y un lenguaje que huye de cualquier amenaza de lexicalización, hay en este poemario, que se confiesa sin licencia para nacer en la cuna de la lengua literaria, un sentimiento, una visión de la gente y la vida que lo hace social, por lo que tiene de humano, como cuando dice su prologuista Jesús Romero:”Esa capacidad de Enrique Rojas para el nosotros. Ese ejercicio suyo —perseverancia de su vida, recurrencia de su verso— de aproximación, en el que, como sentenciaba el clásico, nada humano le resulta ajeno”.



martes, 13 de marzo de 2018

LIBROS EDITADOS ÚLTIMAMENTE POR EL AUTOR DE ESTE BLOG



 


LIBROS EDITADOS ÚLTIMAMENTE POR  EL  AUTOR DE ESTE BLOG


TESTIGO DE LA VIDA, EL AMOR Y LA MUERTE

SINOPSIS

Se trata de un conjunto de 1500 pensamientos, no homogéneo temáticamente, en los que el autor expone su visión de la experiencia de cada día en una ajustada síntesis alternando los matices en una improvisada variedad como corresponde al ritmo de los sucesos diarios.  

TEXTOS REPRESENTATIVOS

5. Lo mismo que hay que golpear al tacaño en el codo para
que suelte una moneda, al envidioso hay que golpearlo en la nuca para que suelte un elogio.

10. La sabiduría es un tapiz tejido con hilos de oro que se expone públicamente y, por desgracia, sin miedo a que lo roben.

11. Valoramos más la jactancia de lo que hemos dado a otros por necesidad que lo que hemos recibido de otros
también por necesidad.

12. Se puede subsistir con muy poco, pero no sin la ilusión de que mejoraremos nuestro estado.
 
32. Manifestar confianza en la gente, es cortesía obligada, como dos caballeros de un torneo medieval se saludaban antes
de matarse uno a otro.

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 RELATOS DE GENTE DE A PIE
  Editorial Dalya, 2016



           
BREVÍSIMA SINOPSIS DE CADA RELATO DE HISTORIAS DE GENTE DE A PIE



1.HISTORIA DE NADIE
La vida de un mariscador que se enorgullece de lo que tan sólo le da para sobrevivir.

2. YUNQUE DE SINSABORES
Las desdichas de una viuda que vive en las Callejuelas y que busca en la iglesia un consuelo para sobrellevar sus sinsabores.

3. EL NIÑO DE ORO
Una mujer que cuida sus macetas en la terraza donde monologa con su hijo, un niño retrasado mental profundo que está al sol en una sillita.

4. BASTIÓN DE RESISTENCIA
La mujer de un comandante que en la Transición ve cómo sus ideales franquistas se desmoronan pero no se resigna sino que vive de nostalgias.

5. HEROÍNA DE BARRIO
Las tentaciones de un cura en un almacén de Cáritas de barrio que se siente atraído por una feligresa treintañera, guapa todavía, que acude frecuentemente al almacén para aliviar sus necesidades.

6. DOÑA FLORITA LA SOLTERA
Una mujer agraciada de cuerpo y de más de cuarenta años, aburrida y de misa diaria, acaba casándose para sorpresa suya con un ex sacerdote conocido por ella.

7. LA PROVIDENCIA DE DON TEÓFILO
La esposa de un funcionario del ayuntamiento acaba convencida de que el mismo individuo ha de ser su propia providencia en este mundo para el que la astucia y la diplomacia lo son todo.

8. YO Y EL OTRO
Un político que alberga temores por sus hijos y su mujer, conoce en un barrio de precariedades a una jovencita que le hará olvidarse de sus obsesiones.

9. EL PERSEGUIDOR
Un fotógrafo descubre un rostro de jovencita muy parecido al de su hija fallecida. La joven se siente perseguida hasta que el fotógrafo consigue hacerle una foto.

10. LA CRISIS
Un carmelita se seculariza y se coloca para subvenir a las necesidades de su familia, dado que ésta no tiene para sobrevivir con dignidad.

11. POBRUNO O EL DINERO DE NUNCA ACABAR
Un padre sufre porque teme que sus hijos no podrán estudiar en la universidad. Se arriesga a probar fortuna en varias opciones de loterías y enferma hasta que fallece, pero un día en olvidados cajones aparece un boleto que…

12. PURRI BOTERA O EL AZAR SONRIENTE
Un joven se casa con una joven atraído por sus estímulos carnales y, frente a unos amigos que hicieron su matrimonio desde el amor, él se sorprende que su casamiento resulte, a la larga, más duradero y feliz que los de los de ellos.

13. ALICIA Y EL EXTRAÑO SOLITARIO DEL BLOQUE
Una joven soltera que se enamora de un vecino de bloque y se siente tentada a ilusionarse pero un día llega a saber que ese vecino es un sacerdote.

14. LA VIDA DOBLE DE LIBERADA, MÁRTIR Y...
Una mujer madura enviuda y para olvidar el entorno se muda a Cádiz con la idea de formar parte de un grupo de solteras y viudas que la tienen por lo contrario de lo que fue: Una esposa desgraciada.

 15. EL INEFABLE ENCANTO DE LAS MARCHAS...
Un empleado de banca se siente atraído por una joven que está de prueba pero el recuerdo de sus pequeños hijos que aprenden música en una banda le hace reflexionar sobre su separación matrimonial

16. TÚMULO DE CIENO
Un joven poeta, en un café-bar que a da la ribera de un caño, ve cómo los restos de un candray le inspiran versos metafóricos.

17. EL BESAPIÉ
Un funcionario de la diputación soltero y tímido no se atreve a declararse a una compañera, que urde un ardid para atraerlo incluso en un medio sagrado.

18. EL NIÑO Y LA OLA O PARÁBOLA DE LA INOCENCIA PERDIDA
Un niño que vive junto al mar se ilusiona con una ola. Un día despierta de ese sueño considerando aquella aventura imaginaria como un paso de la infancia a la juventud.

 19. EL TREN QUE PASA SIEMPRE DE LARGO
Una madre soltera aguarda todas las tardes el tren que ha de traerle a su hijo del cuartel, pero quienes la ven comentan que está trastornada y aún no ha asumido que su hijo falleció en unas maniobras militares.

 20. SOLTERÓN EN APUROS
Un solterón cincuentañero necesita un rato de amor y acude, acompañado de un antiguo amigo, a un prostíbulo.

 21. PEQUEÑO ANFITRIÓN DEL MAR
Dos niños, en la terraza de un piso que da al mar, ven en un gran espejo apaisado cómo los buques navegan por él.

22. IGUALDAD, NUNCA
Una joven de extracción pobre estudia y por un azar conoce a un magistrado que le ayuda a seguir estudiando y acaba enamorándose de ella, con el temor de que la madre de él no la acepta como esposa de su hijo.

 23. MARUJA, DIAMANTE EN BRUTO
Una madre soltera, limpiadora de un colegio, se relaciona con un bedel separado. Fallecido éste, en el tanatorio, frente a la familia de él que no la quiere, reflexiona sobre su propia vida.

24. APARECIDO Y DESAPERCIBIDO
Recién fallecido, un difunto retorna a su casa y contempla cómo sus familiares lloran pero él no sabe por qué hasta que ve su propia esquela en el periódico.

 25. EL DESAPARECIDO
Un pescador se ahoga y es buscado por la policía de salvamento sin que sea hallado, mientras tanto su espíritu ve cómo todo el mundo en torno al puerto pesquero se preocupa por él, además de la familia que llora su ausencia.

26. EL NÁUFRAGO
Un joven universitario perece en una tormenta de mar y en su tránsito a la otra vida tiene conciencia de un mundo nuevo que lo sorprende y sugestiona.

27. JUBILACIÓN INFINITA
Un profesor que ha llenado su vida de valores humanos e intelectuales que le sirven, según su fe, de equipaje para vivir en el más allá, monologa tras su muerte.

ENTREVISTA SOBRE HISTORIAS DE GENTE DE A PIE

P.- ¿De qué trata este libro titulado Historias de gente de a pie?

R.- Es un conjunto de veintisiete relatos en los que la presencia femenina es mayoritaria, en una época en la que el maltrato está desgraciadamente de actualidad.

P.- ¿Reflejan estos relatos ese infortunio que acaece hoy día a muchas mujeres?

R.- Hemos de considerar el maltrato, no solamente físico, sino también moral, incluso procediendo ese maltrato moral del destino de cada una o cada uno de nosotros. Cada relato quiere ser, de manera más o menos velada, el perfil de un carácter.


P.- ¿Hay también, por lo visto, historias de hombres maltratados por la vida?

R.- También. Sin embargo, en el conjunto de los relatos un equilibrio entre vidas desgraciadas y vidas más o menos afortunadas.

P.- ¿A qué se refiere esta probable buena suerte de algunos personajes?

R.-Se debe a la siempre todopoderosa circunstancia, que aquí tiene un papel de juego del destino.

P.- Entonces, ¿los relatos ahondan en la condición humana?

R.- Así es. Nos adentramos en las vidas de las mujeres y los hombres llegando a tocar el fondo de sus vidas como si se tocaran unas llagas. Por ello, el autor va desde el estilo realista y escueto a otros niveles de expresión en los que se roza el lenguaje poético para endulzar un poco las tragedias que viven algunas mujeres y hombres como si fueran parámetros de los altibajos de la vida. También hay dos relatos de niños en los que se lamentan la pérdida de la inocencia.

P.- ¿Está el libro en la línea de la narrativa actual?

R.- En verdad, la narrativa es como la poesía: es actual todo lo que llega a un público medianamente cualificado en la lectura. Tanto la narración sobria como la imaginativa tienen sus lectores. En novela y relato lo importante, a mi juicio, es que lo que se dice sea lo que ya expresó el novelista Henri Beyle Stendhal. “Una novela es un espejo que se pasea a lo ancho de un camino”. De ahí que la narrativa actual es la que queda, no la que imponen la moda y los críticos. 

 TEXTOS REPRESENTATIVOS

                                         
1. HISTORIA DE NADIE (Fragmento)


Con orgullo exhibía el canasto de cangrejos y la luz fluorescente del bar arrancaba destellos de las gotas de agua que aún humedecían la trama de cañas, en un revoltijo inconcreto de caparazones y apéndices de crustáceos. El canasto era como un increíble diamante rayado con móviles estrías. Pesaba en el recinto el olor a salitre, rabioso y avasallador, de modo que se imponía sobre los demás olores: el que emanaba de las gambas ya cocidas, el humo penetrante del tabaco, el vaho evanescente del sudor, el poso de la tinaja de aceitunas… El espontáneo juego de los reflejos que se trenzaban en el húmedo canasto se hacía más vertiginoso y cambiante cuando el mariscador, con brusquedad en la ostentación, movía más y más el atestado canasto y escarbaba en el fondo removiendo el montón de cangrejos y bocas, que crujían en un hervor marino como si un resto de mar aprisionado en la imaginaria compuerta del canasto pugnara por hacerse presente, por hacerse real entre los que estaban allí.
 -Oye, Pepe, ¿y todo esto lo has cogido tú solito?
 Y Pepe sonreía, con la colilla en el rictus de la boca, que dejaba asomar más de una melladura en el contorno amarillento de los dientes:
—Yo solito. ¿Es que no sabéis que me traigo el mar en mis canastos? —decía jactancioso mientras sonreía con un convicto asentimiento de cabeza, sempiterna sonrisilla en la fruncida boca, mientras que por su mente pasaban como sucios y pequeños oleajes de caño las compuertas con sus dos piedras laterales y los tablones antiguos que han soportado dentelladas de agua con la subida de las mareas, tanto regocijo con avalanchas de peces, compuertas, sí, que a la orden de una mano ruda se levantan, y las brecas y los salmonetes entran en tromba como los niños a la salida del colegio.
 -Oye, Pepe, ¿cómo pudiste coger éste o ése otro...?
—¡Imagínate!... —era su respuesta, sugeridora de una gran pericia en el oficio.
        
Al atardecer, cuando Pepe volvía a sus territorios marinos de bajura, se felicitaba si veía la marea a un palmo del fondo, porque así tenía más fácil acceso a los fangos hospederos de las biñocas y las gusanas, necesarias para la pesca de los aficionados, que él vendía la mañana de los sábados y domingos en la puerta del bar de costumbre. Las compuertas se alzan en la distancia como dos campanarios grotescos por la rusticidad de sus maderas. Dos cadalsos esas compuertas te han parecido siempre, como de esos de las películas, para guillotinar a la luna que llega a la calvicie del montículo como conducida por nubecillas de lana escardada, o cuando tiene escarlata cerquillo de monje y es entonces ojo de cíclope amenazando lluvia inoportuna, y bien lo sabes tú, que eres buen catador de vientos y matices de cielos en víspera de que la tranquilidad de la marisma se descomponga. La sapina despide, cuando se la pisa, un olor recio y casi amargo si se te posa en el labio. En el fondo, como un caserío en mitad de un campo sin límites, pero de agua y verdes mates, aquella maciza soledad anfitriona de esa sapina y de los rectángulos monótonos con todos los tramos de agua amaestrados, encasillados en las aulas seguras de los esteros. A lo lejos, la figura diminuta, casi borrosa de un pescador con un remo al hombro y un palangre colgado del brazo; hace como un zigzagueo en torno a un estero y otro, parece que por unos instantes lo has perdido de vista y, de pronto, se te encara como un espantapájaros con pertrechos de pesca que huyera rompiendo la capa del adarce que cría la sal seca encima del agua; se oye una pequeña tos, el susurro de los pies doblegando la reciedumbre del herbajo gordo característico de estos desabridos contornos. Es uno de los compañeros de siempre: Paquillo, el Nía, el Sapo, el Metralla…
     —Dame un cigarro, anda. 


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 POESÍA, FILÓN DE LA PALABRA
Editorial Fanes, 2017


Descripción

En esta obra el autor hace una breve semblanza de las tendencias poéticas desde la posguerra hasta los años ochenta con el fin de que sirva de marco para exponer ejemplos de su propia obra, que es también una muestra de su evolución literaria dentro de esos mismos movimientos generacionales.
Mediante tres tramos:

Poesía Social,

Poesía de Novísimos

y poesía de Postnovísimos, el autor estudia las posibilidades creadoras de la palabra como vehículo poético, empleando ejemplos de su propia producción literaria, con la que elabora una antología de su obra, después de La araucaria, aparecida en 1999, editada por la Fundación de Cultura de San Fernando (Cádiz), seleccionada y prologada por Enrique Montiel).

TEXTOS REPRESENTATIVOS

 EL ALACRÁN

Sangre nutricia y acre tienes, mar, en verano,
vientre de las especies, ubre bronca de nubes...
Cuando con ella estuve a lomos de tus olas,
tú, mar, remota madre de todo lo viviente,
lengua inmensa de agua lamiendo litorales,
aldabón en las rocas, arañazos de agua
con uñas de salitre, nos diste tu hospedaje,
mansión de aves y vientos, y ella me sonreía
olvidando el terrible alacrán de su pecho,
hidra bajo su piel, orgía de tentáculos
que le agujereaban los sueños destronados;
y tú, mar, con tu llanto bajo de los cantiles,
¿llorabas porque era aquel verano el último
en que ella, cautiva en su islote de pena,
dejaba que pusieses en sus pies los grilletes
de tu espuma y tus algas, escorada la tarde
en espera de entrar en cárceles de sombras,
muy cercana la noche en sus carros de estrellas?
Pero ahora, el otoño, ladrón de claridades,
látigo de los parques, verdugo de las hojas,
expoliador de árboles, féretro de la luz,
encerrando a los días en su espesor de brumas,
hace de este contorno casa de la tristeza,
mansión abandonada por los gozos de estío
a la que enlutan pronto las adustas penumbras;
y yo, a solas, conciencia fragmentada, reúno
pedazos de un ayer que rompió la desgracia
con sus manos de garfio, con su pico de buitre,
cizalla de presencias la muerte, va cortando
con su hoja de lágrimas presencias de los vivos.
Llave que abre las lluvias, el otoño, me ha atado
a un poste de impotencia, mástil de evocaciones
de cuando los estíos eran predios solares,
feudos vacacionales con holganzas viajeras,
y juntos nos bañábamos en amplios resplandores.
Soy huésped de neblinas y anfitrión de recuerdos,
por nieblas que divagan me pierdo algunas veces
como si me tiraran jirones de pesares,
con exilio a un pasado que a morir se resiste,
el muro que nos queda de veneradas horas,
luminosas entonces, cofre de evocaciones,
y se aferra con manos de una ardiente nostalgia
a los filos con musgo de años polvorientos,
que es, al fin, la memoria, desván de lo que ha sido.
Sé, mar, que tú eres túmulo de neblina en otoño,
o estampida de olas si es dragón la tormenta...
Retornará el verano con sus pies encendidos,
bocanadas de ardor, con sus hoces de fuego,
y yo, como si fuese con ella, seré huésped
de nuevo en tu palacio de rumor malaquita.

SALOBRE DESPEDIDA

Servil estela al barco rúbrica de la popa
crencha del cabrilleo garabato de espuma
el barco que te lleva rumbo la indiferencia
si el corazón zozobra ya es náufrago este ¡ay!
cremallera de agua la travesía en fuga
todo el mar es tu cómplice todo el adiós las brisas
boca la lontananza se traga tu “Hasta nunca”
la plëamar el bíceps músculo de oleajes
yo subido a la duna desencanto empinándose
pañuelo mi mirada la distancia la estira
regazo es esta playa para dormir la pena
acunada congoja por vaivén de escancana
se desguaza una historia en dársena de luto
se desnuda un idilio de pétalos de besos
se cae la emoción como una vaina seca
ni el plenilunio erige su torreón de luna
ni eriza el infinito sus púas estelares
ni bordará el insomnio en tu perfil mis sueños
el frío va afilando sus fieros alfileres
las rocas ya no tienen cabelleras de algas
los sargazos raíces del ponto se amotinan
la tristeza prepara sus mansiones de otoño
las borrascas rellenan de tormentas sus ubres
dragón de ventarrones enarca el mar sus lomos
la costa ya es palestra de riñas de aguaceros
96 los vientos se colocan su armadura estridente
huesos del litoral rompientes farallones
bramidos ondeantes con ecos de tu nombre
cruzan lanzas de vidrio las bélicas marolas
rey de esta soledad corona tu abandono
mi heráldica no luce nada más que tu ausencia
mi reino ha derribado los lindes de sus sueños
un maretazo astilla su loza en los cantiles
o bien es aldabón de rabia en tu vacío
plañidera la ola traduciendo orfandades
vacío que me legas puente la lejanía
clamor de estos mis ojos donde reina habitabas
hilando los mañanas un telar de suspiros
embarazando al día de más horas de asueto
retardando el crepúsculo y sus carros de fucsias.

DONDE DIJE MAR, DIGO…

Fragor que tritura vidrios,
jungla espesa de oleajes,
territorios de las brisas,
espejos turbios de aves,
lomos como dinosaurios
bíceps dilatan, contrae
la marea, casa de agua
de los Neptunos gigantes…
La mar, acuarela acuática,
aunque ella no lo sabe,
la mar acuna a la tierra,
ella que fuera su madre,
la mar sus vidrieras rompe,
siempre inconclusa e inestable.


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 DEL ESPLENDENTE MAR, DEL PERSEGUIDO AMOR
O UNA HISTORIA DE AMOR CON EL MAR AL FONDO
Editorial Dalya, 2017



 Veamos su sinopsis:

“Un conjunto de poemas que van desde las estructuras abiertas al rigor del soneto, en los que el mar está presente en las historias del amor como un extraño, poderoso y rutilante testigo y, a veces, también como imaginaria competencia con el autor”.

He aquí la contraportada, un extracto de la introducción que le hizo el poeta Ramón Luque Sánchez:

“Con esta selección, ha buscado el autor enfrentar dos realidades insondables y convulsas al mismo tiempo: amor y mar (o viceversa), dos conceptos que simbolizan lo infinito e inabarcable, la pasión y la agonía, también son una alegoría de la elevación espiritual y esa dulce aspiración, tan humana, de tranquila felicidad mientras soñamos despiertos.
Mar y amor constituyen de este modo dos substancias que se funden en una para conformar un manifiesto de lo que debe ser la poesía, la pasión y la vida. Se convierten así en retratos de lo que es nuestro cambiante planeta y de los sentimientos que alberga nuestro corazón.
Para crear esa etérea y vívida atmósfera, utiliza Juan R. Mena dos recursos. El primero es la apasionada búsqueda de un lenguaje literario de altura: hablo de la metáfora innovadora y de la imagen provocadora y luminosa. Lo consigue con unos textos sublimes, que consiguen enfrentar intelecto y sentimientos, paráfrasis de lo que es la existencia humana”.

TEXTOS REPRESENTATIVOS

EL MAR PONE UN ANILLO DE MÚSICA A TU CUERPO



     El mar pone un anillo de música a tu cuerpo.
¿Sabes? Eres la estatua del día en miniatura.
   Tiene tu cuerpo el brillo del comienzo del mundo
porque te hicieron ánfora para la primavera.
   Te miro y mis mejores palabras enmudecen
y hasta me faltan ojos que descifren tu cuerpo.
   Te hace un coro de olas el mar y te moldea,
venus carnal, con manos viriles de salitre.
   Te quiere desposar y te alhaja de espumas,
pero eres mía ahora, y él, tan grande y sinfónico,
   que me llena de orgullo y le dejo que en broma
ciña con un anillo de música tu cuerpo.


PERSIGUIÉNDOTE EN LAS PLAYAS DEL ESPLENDENTE MAR


 El mar y tú, un delirio de azulejos.
Joyería era el mar de aquel verano,
A toda caza iba de tu mano
Sólo pude tocarte los reflejos.

Te me fuiste entre barcas y aparejos.
Tú, mi deseo nómada, a trasmano.
Te perseguí en un mar que era ovidiano.
Carro las olas, te llevaban lejos.

Como amigo ese mar se me ha ofrecido.
El mismo mar que a ti te ha poseído.
Le pregunto por ti, que dónde hallarte.

Él con sus oleajes me responde.
Sé que en vidrioso dédalo te esconde.
No sería varón de no encontrarte.