No cabe duda alguna de que con los Novísimos los`poetas comenzaron a reconocer la importancia de la variedad temática y un abanico de temas se abrió: poesía clásica, poesía, neobarroca, poesía neovanguardista, poesía “veneciana” y poesía culturalista.
Ahora bien, esta nueva perspectiva poética no se paraba aquí sino que con ella se iniciaba también una nueva conciencia del lenguaje. Se empezaba a valorar la función poética y a deslindar el registro de la literatura en general del de una poesía sin deudas con el pasado.
A partir de entonces, poemas bien escritos y alejados de la poesía social llamaron la atención, como es el caso de la poesía llamada de la nueva experiencia, junto a otra poesía con el anhelo que iba desde las buenas intenciones rupturistas al disparate, al aborto metafórico con patente de irracionalismo, pensando algunos poetas que bastaba con romper con la preceptiva y enloquecer el verso libre y la temática delirante de los viajes y la poesía urbana.
El que esto suscribe también tuvo conciencia de ese cambio y pasó de una lengua poética todavía inmersa en la tradición literaria desde el 27 a los años sesenta, a un anhelo de “deconstrucción” de ese mismo lenguaje que se amparaba todavía en el contenido. Seguía, por lo tanto, haciendo poesía deudora del pasado mucho con tenido a pesar de su inquietud por la forma.
Ese deseo de transformación tuvo sus frutos como semilla previa y más adelante granaron esas semillas en poemas que ya nada tenían que ver con los anteriores, aquellos poemas de espaldas a lo que ha sido desde entonces una nueva aurora en su poesía. Esa “deconstrucción” significa que no se pacta ya con versos que estén “vacíos”, si por ello se entiende lo que decía Valle-Inclán, pero, además esta noción, hay que extenderla hasta que el verso nos sorprenda como quería Vixtor Shklovski. En otra entradas de este blog puede encontrar el lector curioso estas tesis a las que me refiero de uno y otro autor.
Expongo un poema en el que se puede apreciar cómo se intenta juntar las palabras de modo que puedan desvincularse con versos que podrían arrojar un contenido interesante, sí, pero ya redicho y sin sorpresa alguna.
Tampoco pretendo que este poema sea ejemplo de lo que he expuesto arriba, pero sí lo considero un intento con el que procuro evitar versos ya faltos de originalidad
BELLEZA MALHERIDA EN LA MEMORIA
Te llevaste a la espalda un carcaj de recuerdos,
dardos que a la diana sentimental arrojas
con trofeos de mudos suspiros desvelados.
Iba de polizón tu tierra en la maleta
callando como un siervo sus carencias tullidas,
desierta la liturgia del trabajo
sobre un altar de espera disecada,
vacías las promesas de un maná para el sur.
Socavón se te ha hecho la distancia, agujero
en que caben las noches oliendo a remembranzas,
madrugadas que yerran por silencios insomnes,
y el corazón desmonta su tinglado emigrante
del agradecimiento al regazo anfitrión,
desvistiéndose de sus circunstancias
para quedar desnudo como un otoño airado.
Entonces, tantas piedras de glorioso apellido.
las vides, los olivos y la sal, camaradas
de un tapiz recortable, se te echan al cuello
de la añoranza, y lloras, andaluz en tu isla
de exiliado converso a otro cielo, a otra lengua
en que a diario oficias tu costumbre de ausente,
en que a diario sueñas removiendo el desván
de tu adentro, en que guardas tus ayeres más vivos,
sin poderte quitar el grillete que llevas,
preso de la hermosura que indefensa dejaste
reo de la belleza que llora en la memoria.
Editado en una publicación del Ateneo de Sevilla con motivo de un homenaje a Juan Ramón Jiménez
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