BLOG DE LAS ARAUCARIAS PERDIDAS. Juan Rafael Mena (1943). Es jubilado de la Enseñanza Media y ha editado libros de poesía, novelas, relatos, artículos literarios y libros de pensamientos. Foto: Antigua fachada lateral del convento del Carmen de San Fernando -Cádiz-, desaparecida a comienzos de los años ochenta. Autor de la foto: Jerónimo Prieto Pontones (1936-2022)
martes, 19 de mayo de 2020
PARALELISMO DE DOS POETAS ESPAÑOLES
Con este título he querido señalar la coincidencia de dos poetas que aparecen en las antologías de poesía española con un poema por el que se les conoce y celebra como autores muy significativos.
Si entramos en una antología y buscamos a Jorge Manrique aparecerán sus Coplas a la muerte por su padre. Si, por otra parte, buscamos a Bernardo López García, nos encontramos con su poema Oda al dos de mayo. Ambos poemas comparten tres rasgos.
1º. Ambos van dedicados a personas que han fallecido aunque sea por diferentes motivos. Manrique, por el amor y admiración a su padre. Bernardo López García, por indignación y dolor ante los muertos españoles a causa de la guerra de independencia. Los dos poemas tienen en común su carácter de oda, aunque no exenta del viso elegíaco por diferentes matices.
2º. Ambos poemas están escritos en verso de arte menor. Uno en coplas de pie quebrado. El otro, en décimas.
3º. Los dos poemas se pueden encuadrar en el subgénero lírico de la oda, aunque sea una oda elegíaca. Tanto en uno como en otro está presente la muerte.
Los diferencia solamente el tono de la voz del poeta que nos refiere sus respectivos sentimientos. Manrique lo escribe con una actitud de resignación y encomio de las virtudes de su padre, así como emplea el famoso tópico literario ¿Ubi sunt? (¿Dónde están…?), a modo de interrogación retórica señalando la fugacidad de la vida y emparentando con ello su poema con otros escritos en la época del Barroco.
Recuerde el alma dormida
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida
cómo se viene la muerte,
tan callando;
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado,
fue mejor.
El poema de López García tiene como destinatario un público anónimo en el que se exalta la valentía de un pueblo luchando heroicamente sin dar lugar al reposo, casi afiliando el autor este poema con el Romancero castellano, por lo que tiene de empuje bélico.
Oigo, patria, tu aflicción,
y escucho el triste concierto
que forman tocando a muerto,
la campana y el cañón;
sobre tu invicto pendón
miro flotantes crespones,
y oigo alzarse a otras regiones
en estrofas funerarias,
de la iglesia las plegarias,
y del arte las canciones.
Hemos citado el comienzo de ambas composiciones. Los dos poetas mencionados escribieron otros poemas, pero son ésas referidas las que los han incluido con toda justicia en las antologías poéticas.
Revista de la Tertulia Río Arillo PléYADE número 10
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