ESTILOS EN PROSA:
La primera condición: Procurar que la escritura sea
gramaticalmente correcta.
La segunda: ¡Sé dueño/a de tus recursos, piénsalos,
madúralos y no te abandones a lo que te salga y con ello dilapides el
entusiasmo!
1.) Frase breve. Estilo sentencioso, carente de adjetivación o bien con los
adjetivos precisos. Mayor relieve a los nombres. Verbos, nada más que los necesarios. El tema es el que determina
el estilo. Escritura de ideas y de carácter analítico.
2.) Frase alargada con
abundancia de adjetivos para colorear el texto.
Los nombres comparten con
los adjetivos su protagonismo. Cabe aquí el estilo con exhibición metafórica y
expresión vanguardista. No olvidar que la imagen ayuda a “ver” el concepto por
medio de la sinestesia o de la misma metáfora. El tema sirve de pretexto para
crear literatura con lucimiento en la que la protagonista es la descripción.
3.) Frase verbal. Los verbos son los protagonistas con
adverbios que modulen su acción para un estilo dinámico donde la sensación de
rapidez quiere impactar al lector.
Norma general: Toda innovación es posible.
Es bueno madurar, antes de escribir, un cauce para que fluya el tema con una
intención de estilo, que también es gratificante par el que escribe y admirable
para quien lee.
La prosa ha de deslumbrar
al lector y evitar repeticiones, expresiones planas, frases muy largas y
párrafos densos. Intentar que el lector “vea” lo que se escribe como si fuesen
objetos. Lo abstracto hay que sensorializarlo. Pintar con la escritura.
Antes de caer en la
grafomanía, hay que madurar lo que se quiere decir y buscar un cauce adecuado.
Ello aumentará la satisfacción producida por lo escrito.
Esta teoría es solamente una opinión del que la expone.
No hay comentarios:
Publicar un comentario