martes, 6 de marzo de 2018

ARTÍCULOS LITERARIOS: LA OBRA DE JULIÁN BLASCO MOYANO



LA OBRA DE JULIÁN BLASCO MOYANO


   Nacido en Villanueva del Duque, en la provincia de Córdoba, en 1930, pasó la mayor parte de su vida en la Isla de San Fernando, donde trabajó en la Marina como impresor,profesión que conllevó con su quehacer literario expresado en artículos de colaboración en el Semanario Mirador de San Fernando y después en el diario San Fernando Información y en Diario de Cádiz,  además de lo que realmente fue en él una vocación hacia la narrativa manifestada en sus cuentos y de cuyos premios hacemos la siguiente lista, seguro que incompleta, pero fehaciente de su amor a la labor de las letras creadoras y méritos alcanzados por esa dedicación:

Premio Puente Zuazo 1974
Hucha de Plata 1975
Finalista en el Premio Serem 1975
Dos veces primer Premio de narraciones Martel Viniegra
Primer Premio Alfajoa de Oro de narraciones 1976
Camelia de plata de Poesía  1975 y 1976
Segundo Premio por un ensayo sobre “Lecturas del Quijote”, de la Real Academia de Córdoba

   En 1979 ingresó en la Real Academia de San Romualdo de San Fernando, de la que fue su secretario general. Pronunció conferencias y pregones. Pero lo más importante en el apartado de difusor de la escritura literaria está en la creación de la revista “Erythia”, Tertulias Literarias —de las que se publicaron seis números y en cuyas páginas están recogidos trabajos en prosa y verso de poetas y prosistas isleños y de fuera de La Isla—, así como una Selección de separatas en forma de cuadernos monográficos, de los que se editaron siete.  

   En una de estas separatas está editado el cuento que fue Hucha de Plata 1974. Su título es: “Ese cielo que te fueron robando lentamente”.

   Entremos en el estilo narrativo de Julián Blasco. Su admiración por El Quijote nos da una idea de por dónde va su manera de contar: una aparente sencillez que emplea el lenguaje con un cálculo adecuado a los motivos que inspiran los textos. En ningún momento de su decurso narrativo el autor abarroca su descripción o la recarga de adjetivos innecesarios. Su realismo, como el de Cervantes, su modelo, son “habas contadas” del lenguaje, digámoslo coloquialmente. Esa contención le da un corte preciso al cuerpo narrativo que lo hace respetable.

 “Hoy, abuelo, tu camino se ensombrece con tu ausencia.  La higuera ha enmudecido de frutos y no quiere que su sombra se alargue en el barbecho, refrescándolo, ni que el higo dulce alimente al pájaro que se posa en sus ramas, cansado de volar.  NI el pozo permite que el agua rebose su brocal, ni que el poleo crezca recortado y aromático a su borde, vestigio de una vida generosa, de una época, donde tu imagen llenaba el valle y tu ausencia envidiaba al mismo sol”.

Fragmento de “Ese cielo que te fueron robando lentamente”, Premio Hucha de Plata 1974 y “Las razones de Lázaro el hebreo”.




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