lunes, 23 de marzo de 2015

POESÍA: VOLVER DE NUEVO A LA MANSIÓN DEL MAR





Cuadro de María Jesús Rodríguez Barberá



VOLVER DE NUEVO A LA MANSIÓN DEL MAR
(Fragmento)

Qué a gusto vengo a la mansión del mar,
hijo pródigo yo, que he malgastado
la herencia de agua, verdes, campos, flores
que la naturaleza me dio un día.
Humildemente vengo a ti, mar, quiero
pasear esta mano arrepentida
por tu glauco pelaje, te acaricio,
perro que va, carlea en las orillas
ya cansado de acuáticos senderos,
sacude el rabo roto de una ola
y entre las rocas tiza espolvorea.
Yo le acaricio el húmedo plumaje
irisado de guiños del poniente
y él me sonríe con temblor de niño
por sus dientes de blancos cabrilleos.
Tan grande en las pleamares ondulantes,
tan contento anfitrión de tantos buques,
tan alto en la vidriera de la aurora,
tan rumoroso entre vestales brisas,
tan largo en el alféizar del poniente,
y ahora, pequeñito y moribundo
viene a morir en una concha blanca.
Me mira con sus ojos derrotados,
gemelos del crepúsculo que, lejos,
le consuela en su hora postrimera,
le pone catafalco de violetas.
Yo también, mar, me muerdo mi destierro,
desgavillado de la gente, a trizas
el corazón de historias fragmentarias,
vengo a desenterrar ayeres, restos
de tardes con ruinas de mareas,
de tardes en que fuimos flor de idilios
ella y yo, en el regazo de tu orilla,
garabatos de espuma en nuestros pies
nos hacían los leves cabrilleos,
antes de su desguace en las arenas...

PREMIO DE POESÍA EDUCAVERDE 2007



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