jueves, 5 de marzo de 2015

POESÍA: SONETOS PARA UN CARPE DIEM




Foto de internet


 PRISIONERO ME SIENTO, PRISIONERO...




Prisionero me siento, prisionero
de tu paso elegante, de tu paso,
y acaso me resisto un poco, acaso
no quiero declararme a ti, no quiero.

Espero a ver si me convenzo, espero
que este repaso de mi amor, repaso
que escaso en dudas voy haciendo, escaso,
más entero me haga, más entero.

Preso me siento de tu vida, preso,
que piensa mucho y demasiado, piensa
su cadena de amor, bella cadena;

y eso es mi vida: contemplarte, y eso,
inmensa cárcel de mi amor, inmensa
es la pena que cumplo en ti, mi pena.

 De El río que no vuelve ni se para (2001)




  
Las Rimas de Bécquer


SOY DISTRAÍDO, PERO YO TE QUIERO...


Soy distraído, pero yo te quiero.
De verdad. Aunque a ráfagas te olvide,
te amo. Lo sabes bien. Te lo asevero
y mi nostalgia con tu amor coincide.

El día, con su sino jornalero.
El vivir, con la urgencia que nos pide.
La servidumbre, oscuro pudridero.
El tiempo, que de todo nos despide.

Llevo -lo sabes- una campanada
que repica tu nombre en ocasiones;
trepida el ajetreo y no oigo nada.

Y, aunque soy distraído, te aseguro:
no habrá quien luche más con sus razones
que yo para quererte. Te lo juro.


CAÍDO EN ESTA RED QUE ME TENDIERON...




Caído en esta red que me tendieron
tus pestañas no tengo escapatoria.
Mar adentro, tu mar me desmemoria,
el mar que tus dos ojos me entreabrieron.

Con tu mirar mi suerte decidieron
y en su alta marea está mi historia.
Sé que mi salvación es ilusoria,
a tanta pleamar me condujeron.

Ahora que naufrago y ya no puedo
volver a playas donde esté seguro,
que amaine la tormenta yo les pido.

Pero a pesar de mi zozobra y miedo,
prefiero vivir siempre en este apuro
que salvarme y dejarlos en olvido.




TU MANO ESTÁ, ALHELÍ, SOBRE LA MÍA...


Tu mano está, alhelí, sobre la mía.
Tu mano, animalito de ternura.
Tu mano, que calienta, que perdura.
Tu mano, lazo de tu cercanía.

Déjala, que es suave compañía.
Déjala, que es la puerta más segura.
Déjala, que es mi cálida  espesura.
Déjala, que es compás de mi armonía.

Tu mano es mi más clara trayectoria.
Déjala y no me quites  su sosiego.
Tu mano, cuenco ardiente de mi historia.

Déjala, que mantenga siempre el fuego.
Tu mano, donde entierro mi memoria.
Déjala, te lo pido como un ciego.


  De Cruel, amada vida  (1986)
     




AMADA, QUE LA MUERTE NOS RODEA...


Amada, que la muerte nos rodea
por todas partes. Ronda de enemigo
nos hace día y noche, y se pasea
por entre nuestras voces. No consigo

eliminarla, y cómo se recrea
en nuestra finitud. Estoy contigo
y no estoy,  que mi alma se alabea
hacia la tierra de esa muerte. Sigo

amándote, no obstante. No hay manera
de hacerme claudicar: cuanto más mire
nuestra felicidad, más serás mía;

y seré tuyo como quien no espera
más muerte que este beso cuando expire.
Para seguir con otro la agonía.

De Poemas para un minuto,  II Premio Nacional de Poesía, Ed. Hipálage, 2008



                  

  Poesías, de José de Espronceda


       

Musa griega
 Foto de internet





1. CONSEJO PARA SER FELIZ COMO SE PUEDA

Sé feliz mientras puedas, como dice Epicuro.
No dejes que las sombras enturbien tu sonrisa.
Ponle freno al caballo urbano de la prisa.
Siéntete en el islote de una dicha seguro.

Haz de la bella plática con los tuyos un muro.
Que el pesar no te llegue como una cortapisa.
Defiende con tus perros de coraje tu risa.
Nunca seas un huésped de ningún claroscuro.

La vida es un ejército de males que te asedian.
Pero pequeños gozos las heridas remedian.
Te pasarán los años por sobre tu estatura.

Que tu memoria nunca escuche a un mal pasado.
Vive el ahora mismo igual que un sentenciado
que entre los que le aman los minutos apura.


  2. LA VIDA COMO UN LAGAR DEL TIEMPO


          Somos ruda vendimia de la muerte
y es esta vida humana su lagar.
Cada uno, una uva por pisar,
y el tiempo con pisadas se divierte.

Sarmientos de la buena y mala suerte,
la experiencia nos hace madurar.
Por ocultos que estén para podar,
la tijera en racimos los convierte.

Nuestra memoria es mosto que se bebe
en sus fauces sin límite el olvido.
Así pues, antes de la poda debe

la gente amar, también haber reído.
Porque la edad de la cosecha es breve,
¡cantad antes de ser mosto bebido!


XII CUADERNO DE PROFESORES POETAS, Segovia (2016) 

 También editados en  Vademécum para infelices (2013)


Fiesta entre griegos clásicos
Foto de internet













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