lunes, 23 de marzo de 2015

POESÍA FORMALISTA

POEMAS  HACIA EL FORMALISMO  






Vixtor Shklovski, representante del Formalismo





Llamo poemas formalistas a los que se escriben con versos como quería Vixtor Shklovski, es decir, que no estuviesen automatizados por el uso insensible del lenguaje poético, que deja de serlo para convertirse en literario, reconocido y sin despertar ni el más ligero asombro por parte de quien lo lee.

En caso contrario, tenemos la visión, según el estilista ruso. O sea, vemos el texto como algo nuevo con unas palabras cuya combinación sugiere sensaciones de novedad en su trasmisión. 
En estos poemas he querido ser lo más rigurosamente fiel a la teoría del formalismo y evitar todo lastre residual de otras épocas en las que yo escribía poesía sin percibir este detalle que me lleva ahora a considerarlo, aunque  no lo consiguiera, como un paso adelante en la historia del estilo: evitar la deuda con el pasado, cuando se escribía sin conciencia de que lo escrito estaba gramaricalizado por un predominio del significado sobre el significante (recuérdese la teoría de Dámaso Alonso).  

Todo esto sin abandonar el metro, que exige una disciplina formal, ni emplear la imagen visionaria, que es sucedáneo de la metáfora. Porque el autor no pretende innovar sino renovar, que es, a su parecer, el imperativo de la evolución estilística.



Están sacados del libro Palabra peregrina hacia un espejo. Están publicados en la serie de obras de homenaje que ha editado el Ateneo de Sevilla (2007-2010), así como en la Web de Arena y Cal, revista literaria y  cultural divulgativa de Artes y Letras.



 POEMAS EN LOS QUE EL AUTOR HACE UNA TENTATIVA DE ROMPER CON EL LENGUAJE LASTRADO COMO PROPUGNABAN VIXTOR SHOKLOVSKI Y RAFAEL CANSINOS-ASSENS  


                   
LOA SUCESIVA AL PADRE

 Miro el mapa en sequía de tu rostro,
el pergamino, esbozo de los años
que escribieron en él tantas fatigas,
los rasgos que tan sólo el tiempo entiende
y que yo rasco, seco palimpsesto,
para ver la escritura de los días
que imprimieron sus huellas laboriosas
y las noches con sorbos de vigilia,
plumón de sombras bajo el que guardaba
madre el calor de todos sus insomnios
puestos en cerco por las amenazas
de un jornal que perdía su respiro
antes de fin de mes. Leo en tus manos
huellas rotas de todos los esfuerzos,
un lenguaje de horas añadidas
a las que te amarraban a tu remo
de la galera que era tu jornada;
cicatrices se hicieron los caminos
que a tus pies escoltaban al trabajo,
las lluvias a tus pasos bendijeron,
los vientos que a tu piel acuchillaron,
los sudores vidriosos que clavaban
sus aristas de sal en tus agobios.

Pero el recuerdo hirviente de tu casa

te servía de leño a tanto frío,
los rostros balbucientes de ternura
que en las camas dejabas, todavía
la casa feudo de las densas sombras,
te prestaban migajas de optimismo,
te daban alimento tempranero,
palanca con sonrisa por empuje,
rampa para aceptar los desafíos,
muro para escalar una esperanza.

Aún me llegan olores rezagados,

perfiles de momentos detenidos,
pedacitos de aquellos resplandores
de los actos amables que trenzaban
los hilos de un tapiz inolvidable,
tus besos resbalando por las frentes
al filo de tus labios polvorientos
cuando ya desantabas la partida
y traías la miel de tu regreso
otra vez encendiéndole las brasas
de la tranquilidad a nuestra madre,
puntal los dos de aquel cielo por techo
con vigas de costumbres amorosas
artesonando sueños y cuidados
con color de tareas de colegio,
con sabor a merienda distraída,
con el cansancio vesperal de madre
y tu lento tejer de comentarios
como rito del prólogo a la cena,
alcahuete el olor de la cocina,
aquel mantel que nos agavillaba
en una repetida ceremonia.

Hoy, que te toco la gloria de tus canas

y resalto tu épica en silencio,
hago un alto en la hiel de la experiencia
y te la condecoro con mi gozo
de ser para mis hijos acueducto
del agua que me llega de tu ejemplo. 



   
Finalista “Premio de Poesía Antonia Pérez Alegre” 2007, aparecido en el volumen que recoge los premios y finalistas de ese año.

 
He aquí otro poema en el que se intenta eliminar poesía lastre o de "reconocimiento" a favor de una poesía de más frescura en su texto. o de "visión", empleando la terminología del estilista ruso.
 
 


ORACIÓN NO FÚNEBRE 

PARA UN CUERPO DESHABITADO



Desocupas tu cuerpo de consumo
dejándolo al olvido de un andén
de los muchos silencios de la vida,
tú, que hiciste un mercado de tus ojos,
feria con los racimos de tus senos,
del pubis la diana de apetitos
y de tu cama, yunta de trabajo,
un breve paraíso de alquiler.


Llevabas como un terco palimpsesto
el recuerdo sangrándote de infancia
violada en un rincón de turbulencia
por manos como garfios endulzados
bajo un señuelo, fronda del engaño.

Asumiste con férula de sino
el pasado tal como una divisa
en el cuello mortal de tu memoria,
y enarbolaste a un viento de infortunio
la sonrisa con miel profesional
y palabras marcadas por el uso
con disimulo de un hedor de penas,
el abrazo de elástica costumbre,
la exhibición artera de un tesoro
que iba expoliando el azadón del tiempo,
modesta fonda de aire provinciano
para viajeros de pasión con prisa,
peregrinos por rutas de su hastío,
tratantes de manidas circunstancias,
sedientos de algún ocio pasajero
que abrevan en tus aguas de miseria
un sorbo de volátiles respiros
que escupen luego, ahítos de desidia
(menos yo, que dejé sobre tu tedio,
además del billete, unas palabras
que te dieron calor por un instante,
que tú quisiste retener con ruegos
en el mudo pretil de tu mirada).

El humo del tabaco fue aureola
a tu heroísmo de engarzar clientes,
y la copa, el fervor del incensario,
mientras pensabas en tu hijo, puente
para salvar los ríos del suicidio,
heroína en desvanes de epopeya,
mártir de un santoral sin bendiciones.
carne para el festejo de un momento
desahuciada de un techo de ilusiones...


Hoy, que no vives en tu cuerpo y yerras
por cielos de una ausencia indiferente,
dejas la huella de un revés que sólo
se entiende entre los pliegues no estudiados
todavía de Vidas ejemplares.
    
Premio de Poesía Círculo de Artes y Oficios de San Fernando 
"Juan Ortiz del Barco" 2009, editado en el cuaderno del Círculo.

También editado en:

 LA MAR QUE TE DEBO Y OTROS POEMAS (2011)








San Fernando-Cádiz- Calle Real, hacia la Plaza de  la Iglesia, sobre 1910           


   
             

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