Es un tema de mucho atractivo en la Estilística el uso del lenguaje literario. Quien conozca sus recursos y haga un empleo de él adecuado a sus intenciones de llamar la atención del lector, encontrará en las figuras literarias elementos importantes para esa finalidad.
Por eso existen los estilos.
1. Estilo verbal o dinámico cuyos elementos gramaticales imprimen rapidez
en la narración (sea verso o prosa) debido al uso frecuente de verbos. Con ello
se procura darle al texto movimiento y sucesión de situaciones. Con el verbo,
el sujeto expresa la acción. Con los nombres o sustantivos, denota la
observación o contemplación de las cosas y con el adjetivo reproduce los
matices de dimensiones, color, etc, de los nombres. Aquí señalamos los
verbos.
Acude, corre, vuela,
traspasa la alta sierra, ocupa el llano,
no perdones la espuela,
no des paz a la mano,
menea fulminando el hierro insano.
traspasa la alta sierra, ocupa el llano,
no perdones la espuela,
no des paz a la mano,
menea fulminando el hierro insano.
........................................
¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado,
si en busca de este viento
ando desalentado
con ansias vivas y mortal cuidado?
si soy del vano dedo señalado,
si en busca de este viento
ando desalentado
con ansias vivas y mortal cuidado?
Fray
L. de León
¿Adónde te escondiste,
Amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiéndome herido;
salí tras ti clamando, y eras ido.
Amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiéndome herido;
salí tras ti clamando, y eras ido.
S. Juan de la C.
2. Estilo nominal o contemplativo, en el que predominan los nombres y los
adjetivos sobre los verbos para dar impresión de quietud en la observación de
la naturaleza o de los hechos. Señalamos los adjetivos.
Mi Amado, las montañas,
los valles solitarios, nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonorosos,
el silbo de los aires amorosos,
......................................
la noche sosegada
en par de los levantes del aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora.
los valles solitarios, nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonorosos,
el silbo de los aires amorosos,
......................................
la noche sosegada
en par de los levantes del aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora.
S. Juan de la C.
DOS TEXTOS EN PROSA
1.- Estilo contemplativo.
La casa está animada. Viven en ella. La habitan un señor pálido, delgado, con
una barba gris, una señora y una niña. Tiene el pelo flotante y de oro la niña.
Las hierbas que salían de los arriates sobre los caminejos han sido cortadas.
Sobre las mesas de la casa se ven redondos y esponjados ramos de rosas: rosas
blancas, rosas bermejas, rosas amarillas. Cuando sopla el aire, se ven en los
balcones abiertos cómo unas blancas, nítidas cortinas salen hacia fuera
formando como la vela abombada de un barco. Todo es sencillo y bello en la
casa. Ahora en las paredes, desnudas antes, se ven unas anchas fotografías que
representan catedrales, ciudades, bosques, jardines. […]
2. Estilo rápido. Predomina la acción
con mayoría de verbos sobre los nombres y adjetivos. El autor le da más
importancia a la acción que a la descripción.
Escuché atentamente; nada se oía.
¡El silencio, el silencio por todas partes! Sobrecogido, delirante, supliqué a
los árboles que suspiraban en la noche que me acompañaran con suspiros;
supliqué al viento que murmurase entre el follaje, y a la lluvia que resonara
en las hojas secas del camino; e imploré de las cosas y de los hombres que no
me abandonasen, y pedí a la luna que rompiera su negro manto de ébano y
acariciara mis ojos, mis pobres ojos, turbios por la angustia de la muerte, con
su mirada argentada y casta.
Y los árboles, y la luna, y
la lluvia, y el viento permanecieron sordos. Y el reloj sombrío que mide
indiferente las horas tristes se había parado para siempre.
Pío Baroja: El reloj
TALLER
DE NARRATIVA
Veamos las diferencias.
TEXTO HUMANÍSTICO
Una nación es una masa humana
organizada,estructurada por una minoría de individuos selectos. Cualquiera que
sea nuestro Credo político, nos es forzoso reconocer esta verdad, que se
refiere a un estrato de la realidad histórica mucho más profundo que aquél
donde se agitan los problemas políticos. La forma jurídica que adopte una
sociedad nacional podrá ser todo lo democrática y aun comunista que quepa
imaginar; no obstante, su constitución viva, transjurídica, consistirá siempre
en la acción dinámica de una minoría sobre una masa. Se trata de una ineludible
ley natural que representa en la biología de las sociedades un papel semejante
al de la ley de las densidades en física. Cuando en un líquido se arrojan
cuerpos sólidos de diferente densidad, acaban éstos siempre por quedar situados
a la altura que a su densidad corresponde. Del mismo modo en toda agrupación
humana se produce espontáneamente una articulación de sus miembros según la
diferente densidad vital que poseen. Eso se advierte ya en la forma más simple
de la sociedad, en la conversación. Cuando seis hombres se reúnen para
conversar, la masa indiferenciada de interlocutores que al principio son, queda
poco después articulada en dos partes, una de las cuales dirige en la
conversación a la otra, influye en ella, regala más que recibe.
José Ortega y Gasset: España
invertebrada
TEXTO LITERARIO:
Tomé el autobús a las dos. Hacía
mucho calor. Comí en el restaurante Celeste, como de costumbre. Todos se
condolieron mucho de mí, y Celeste me dijo: “Madre hay una sola.” Cuando partí,
me acompañaron hasta la puerta. Me sentía un poco aturdido, pues fue necesario
que subiera hasta la habitación de Manuel para pedirle prestados una corbata
negra y un brazal. Él perdió a su tío hace unos meses.
Corrí para alcanzar el autobús. Me sentí
adormecido sin duda por la prisa y la carrera, añadidas a los barquinazos, al
olor a gasolina y a la reverberación del camino y del cielo.
Albert Camus: El extranjero.
En el texto humanístico hay,
o se pretende que haya, objetividad. Nada tiene tintes de imaginación, ni
evocación. Sus adjetivos no comportan colorido ni movimientos que denoten la
presencia de seres creados para protagonizar una historia. El texto se inclina
hacia la sociología.
En el texto literario se relata
una acción. Hay personajes presentes o mencionados. La adjetivación es concreta
y referente a individuos. Domina la connotación, por oposición al
anterior, en que campea la denotación, como en el texto científico,
debido a su carácter expositivo.
Predomina en el primer texto la función
representativa y en el segundo la función expresiva.
Sería conveniente que quien
pudiera, reflexionase sobre los dos textos para añadir nuevos rasgos que se
puedan observar.
Este trabajo fue expuesto en la Tertulia Río Arillo de Letras y
Artes de San Fernando -Cádiz- para distracción y formación de sus
componentes.
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